La comunidad del paracaidismo en el Reino Unido está de luto por la muerte de Jade Damarell, una experimentada paracaidista de 32 años que decidió acabar con su vida durante un salto en abril de 2024.
La investigación judicial realizada en Crook, condado de Durham, confirmó que la joven se lanzó desde 4.600 metros de altura sin desplegar su paracaídas principal ni el de reserva, ambos en perfecto estado. La forense adjunta, la doctora Leslie Hamilton, declaró: “¿Se quitó la vida? Sí, lo hizo”.
Notas previas y factores personales
Según el informe policial, en su teléfono móvil se hallaron mensajes dirigidos a su familia, en los que pedía disculpas, agradecía su apoyo e incluía instrucciones financieras. En la pantalla de bloqueo escribió: “Revisa la carpeta de notas”.
Las investigaciones descartaron consumo de alcohol o drogas en su organismo. La noche anterior, Damarell había terminado su relación sentimental con Ben Goodfellow, también paracaidista y su pareja durante ocho meses.
Una vida de logros en el aire
Nacida en Hong Kong y criada en Gales, Jade acumulaba más de 500 saltos exitosos en su carrera, incluidos seis el día previo a su muerte, todos realizados sin incidentes. La Asociación Británica de Paracaidismo confirmó que su equipo estaba en perfectas condiciones y que en sus últimos entrenamientos no presentó fallas técnicas.

El impacto en su familia
La madre de Jade, Elisabeth Samuel, la recordó como una mujer brillante y aventurera: “Vivió con inmensa energía, pasión y amor, y conmovió innumerables vidas con su calidez y bondad”.
La familia también hizo un llamado a la concienciación sobre la salud mental: “Esperamos contribuir a una cultura donde la mala salud mental sea tratada con amabilidad y apoyo, y donde las personas se sientan capaces de pedir ayuda sin miedo a ser juzgadas”.