Las autoridades francesas detuvieron a cinco nuevos sospechosos vinculados con el robo exprés de joyas en el Museo del Louvre, ocurrido el 19 de octubre de 2025.
La fiscal de París, Laure Beccuau, explicó que los arrestos se realizaron el miércoles durante un operativo simultáneo en el distrito XVI de París y en el departamento de Seine-Saint-Denis.
“Uno de los detenidos era nuestro principal objetivo y contamos con pruebas de ADN que lo relacionan directamente con el robo”, declaró la fiscal durante una entrevista radial.
Detalles del operativo y del avance en la investigación
Los investigadores no lograron recuperar las joyas durante los registros policiales. El Museo del Louvre estimó su valor en 88 millones de euros, aunque los expertos consideran que el valor histórico y cultural es incalculable.
Beccuau comparó el caso con “el hilo de Ariadna” y aseguró que su prioridad es seguir cada pista para encontrar el botín. Los investigadores mantienen la hipótesis de que los detenidos actuaron en conjunto, aunque aún falta por identificar a todos los implicados.
Pruebas y perfiles de los implicados
Los arrestos de esta semana se suman a los de dos sospechosos capturados el fin de semana anterior. Ambos admitieron parcialmente su participación en el robo y ya están bajo prisión preventiva.
Los hombres, de 34 y 39 años, tienen antecedentes por robo y tráfico. El primero, de nacionalidad argelina, fue detenido en el aeropuerto Charles de Gaulle cuando intentaba abandonar Francia. Su ADN coincidió con muestras encontradas en una motocicleta usada para escapar.
El segundo sospechoso fue localizado cerca de su vivienda en Aubervilliers. Los peritos hallaron su ADN en una vitrina rota y en varios objetos abandonados durante la huida.
El misterio continúa: falta parte del grupo y las joyas
Por ahora, los investigadores no hallan indicios de complicidad interna dentro del museo. Sin embargo, no se descarta que el robo haya sido cometido por un grupo más grande.
Un total de cien agentes de la Brigada de Represión de Bandas Organizadas (BRB) y de la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC) trabajan en conjunto. Buscan identificar a los autores restantes y localizar las piezas sustraídas, cuyo paradero sigue siendo un misterio.

 
    
 
          




