A pesar de que Brad Pitt y Angelina Jolie finalizaron oficialmente su divorcio a finales de 2024, su relación continúa en el centro de la atención pública. El motivo es la venta del famoso viñedo Château Miraval, ubicado en el sur de Francia, que ambos adquirieron durante su matrimonio.
Según medios internacionales, Pitt sostiene que Jolie vendió su parte del viñedo sin su consentimiento al grupo Tenute del Mondo en 2021. El actor afirma que ambos habían acordado no realizar ninguna transacción de ese tipo sin el permiso del otro.
La nueva exigencia de Pitt
El protagonista de Once Upon a Time in Hollywood exige una compensación que superaría los 35 millones de dólares, argumentando que la decisión de Jolie le causó perjuicios económicos. Además, el actor ha solicitado que se entreguen ciertos correos y documentos privados que, según su equipo, podrían probar que la venta fue realizada de manera intencionada para perjudicarlo.
Por su parte, Angelina Jolie ha evitado hacer declaraciones públicas sobre este asunto. Sin embargo, su equipo ha sostenido previamente que la actriz tomó la decisión de vender su parte. Esto, para desvincularse de los negocios con Pitt, después de su separación.

Un símbolo de amor convertido en disputa
El Château Miraval fue más que una propiedad para la pareja: fue el escenario de su boda en 2014 y el símbolo de una etapa de felicidad familiar junto a sus hijos. Hoy, esa misma finca se ha transformado en el eje de una batalla. Que de hecho, mantiene a ambos artistas en titulares, pese a haber cerrado su capítulo matrimonial.
La disputa sigue abierta y, mientras el caso continúa en revisión, el público observa cómo dos de las estrellas más reconocidas de Hollywood aún no logran dejar atrás uno de los conflictos más comentados del mundo del espectáculo.
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