Durante años se ha repetido que usar el celular antes de dormir afecta la producción de melatonina y dificulta conciliar el sueño. Varios estudios respaldan esta preocupación, ya que la luz azul puede reducir temporalmente esta hormona y alterar los ciclos de descanso.
Investigaciones recientes señalan que las pantallas prolongan el tiempo que algunas personas demoran en dormirse y aumentan la somnolencia al día siguiente, sobre todo cuando se utilizan en entornos totalmente oscuros.
El impacto en el sueño depende del uso
Los análisis más actuales indican que el problema no solo se relaciona con la luz azul. Muchos especialistas mencionan que el contenido que se consume en el teléfono influye incluso más en la calidad del sueño. Actividades como revisar redes sociales, responder mensajes o enfrentarse a información estresante generan un estado de alerta que retrasa el descanso.
Además, estudios señalan que dedicar alrededor de una hora al celular antes de dormir aumenta la posibilidad de sufrir insomnio y reduce la duración total del sueño.
Expertos coinciden en que no siempre es dañino
Aunque se reconoce la influencia de la luz azul, algunos especialistas resaltan que su efecto podría ser menor de lo que se pensaba. Según análisis recientes, la intensidad de luz de un smartphone es inferior a la de otras fuentes habituales del hogar. Por lo que el impacto podría variar considerablemente entre usuarios.
Varios expertos también sostienen que la falta de consenso en ciertos estudios demuestra que los efectos no se presentan de la misma manera en todas las personas. Especialmente en adultos con rutinas de sueño estables.

Recomendaciones para un mejor descanso
Los especialistas sugieren evitar el celular al menos 30 minutos antes de ir a la cama, limitar el brillo y procurar actividades relajantes que ayuden a disminuir la activación mental. También recomiendan no depender únicamente de filtros de luz azul, ya que los resultados sobre su efectividad no son concluyentes.
Quienes tienen dificultades para dormir deberían mantener el teléfono lejos de la almohada o fuera de la habitación, ya que su presencia puede generar interrupciones nocturnas.
Una práctica que no es igual para todos
El uso del celular antes de dormir no siempre provoca un daño directo, pero sí representa un riesgo para quienes tienen sueño ligero, altos niveles de estrés o hábitos nocturnos desorganizados. Para otros usuarios, especialmente aquellos que mantienen horarios regulares, el efecto puede ser leve o casi imperceptible.
La evidencia más reciente coincide en que la clave está en la manera de usar el dispositivo y en la relación individual con el sueño.
También te podría interesar: ¿Por qué me despierto seguido a las 3 de la mañana?






