Kourtney Kardashian Barker, la mayor del famoso clan Kardashian-Jenner y madre de cuatro hijos, ha abierto el diálogo sobre la maternidad con una honestidad brutal.
En el más reciente episodio de The Kardashians, la fundadora de Lemme compartió cómo vivió la llegada de su primer hijo, Mason, y cómo evolucionó su estilo de crianza con el tiempo.
A pesar de que ya tenía 30 años al recibir a Mason, la empresaria confesó ante las cámaras que «no se sentía preparada» para las responsabilidades maternas.

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La Evolución de la Crianza
Kourtney explicó que al inicio careció de una guía formal. «Nadie me dijo qué hacer», relató. Por lo tanto, su brújula fue puramente el instinto. La empresaria admitió que no leyó libros sobre crianza. No obstante su intuición la llevó directamente al estilo de crianza con apego, priorizando el vínculo emocional y la cercanía física con su hijo.
Sin embargo, su aproximación cambió radicalmente para su segundo embarazo. Antes del nacimiento de Penelope, en 2012, Kourtney sí decidió informarse leyendo sobre el tema. Gracias a esto, aplicó esa filosofía de crianza con apego de una manera mucho «más intencional» y consciente.
El poder de elegir
Otro de los puntos centrales en su reflexión pública giró en torno al trabajo y la conciliación. Anteriormente, la celebrity no creía que dejar de trabajar fuese una opción; continuó con grabaciones y compromisos incluso inmediatamente después de dar a luz.
Hoy, sin embargo, asegura sentirse profundamente agradecida por haber alcanzado un punto en su vida en el que puede priorizar. «Ahora tengo la opción de no trabajar y me siento agradecida por poder conectar con lo que realmente me importa”, afirmó, marcando un fuerte contraste con su etapa anterior.
Además, Kourtney reveló una nueva fuente de «culpa materna» en la era digital. La experta en crianza Erica Komisar le explicó que «no se recomienda usar el teléfono mientras se amamanta», una práctica que Kourtney admitió haber hecho con todos sus hijos, incluyendo a su bebé Rocky.
En contraste con las prácticas de generaciones anteriores, la empresaria también defendió el co-sleeping (dormir con el bebé), reconociendo que duerme con Rocky y que no podría descansar si su hijo estuviera en otra habitación. Esta práctica generó una crítica de su madre, Kris Jenner, quien recordó que en los años ochenta las rutinas de sueño eran estrictas y la cercanía no se fomentaba.
La fundadora de Lemme también comentó que, a pesar de lidiar con el llamado baby brain (lapsos de memoria post-parto) al equilibrar la crianza con su marca, se organiza para ser lo más eficiente posible mientras Rocky duerme.

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