Las alergias alimentarias ya no se limitan a los alérgenos clásicos como los frutos secos o la leche de vaca. Un estudio reciente realizado por investigadores franceses ha encendido las alarmas al identificar una nueva ola de alimentos «emergentes» que están provocando reacciones alérgicas graves, incluso mortales, tanto en adultos como en niños.
La investigación, publicada en la revista Clinical & Experimental Allergy, analizó casi 3,000 casos de anafilaxia en Francia.
Los resultados fueron contundentes: se documentaron 413 incidentes severos y dos muertes relacionadas con ocho alérgenos que no figuran en las listas de etiquetado obligatorio de la Unión Europea.

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Los nuevos sospechosos de la dieta
El estudio descubrió que productos como el trigo sarraceno, las arvejas y otras legumbres están ganando protagonismo como desencadenantes de alergias. A la lista se suman la leche y los quesos de cabra u oveja, así como el polen comestible, la miel y la jalea real.
Estos alimentos no están incluidos en la lista prioritaria de 14 alérgenos reconocidos por la legislación europea. Esto representa un vacío en la información disponible para los consumidores y un riesgo para la salud pública.
Las alergias en adultos, una preocupación creciente
Los hallazgos del estudio refuerzan la evidencia de que las alergias alimentarias en adultos están en aumento. Un informe preliminar de la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA) estima que alrededor del 6% de los adultos británicos padece una alergia alimentaria clínica, una cifra que equivale a 2.4 millones de personas.
Expertos como la profesora Clare Mills de la Universidad de Surrey señalan que las alergias se han considerado tradicionalmente un problema de la infancia, pero «muchas personas las padecen o desarrollan en la adultez». Mills también advirtió sobre el subdiagnóstico en adultos, lo que significa que muchos casos podrían estar pasando desapercibidos.
Si bien algunas alergias infantiles, como las relacionadas con el huevo y la leche, suelen superarse con la edad, otras, como las de los frutos secos, persisten e incluso pueden llevar al desarrollo de nuevas alergias en la edad adulta.
Este estudio subraya la necesidad urgente de actualizar las normativas de etiquetado y de educar al público sobre los riesgos de estos alérgenos emergentes.

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