Dormir en sábanas limpias es más importante de lo que imaginas. No se trata solo de confort, sino de salud. Las sábanas están en contacto constante con nuestra piel y acumulan sudor, células muertas, polvo, restos de productos, bacterias, ácaros y hasta hongos.
Por eso, saber cada cuánto lavar las sábanas es fundamental para mantener un entorno de descanso saludable y libre de agentes que podrían afectar tu piel, tu respiración o incluso tu sistema inmunológico.
¿Cada cuánto debes lavar las sábanas?
La recomendación general es una vez por semana, pero hay casos donde conviene hacerlo con más frecuencia:
- Si estás enfermo/a: cámbialas cada 2 o 3 días para evitar alargar la recuperación.
- En climas calurosos o húmedos: cada 3 o 4 días, ya que el sudor se acumula más rápido.
- Si duermes con mascotas: al menos cada 5 o 7 días, por el pelo y suciedad que traen.
- Si tienes alergias o asma: lo ideal es cambiarlas dos veces por semana.
- En camas poco usadas (visitas): lavarlas una vez al mes es suficiente.
¿Cómo lavar las sábanas correctamente?
La frecuencia no lo es todo. También es clave saber cómo lavarlas para que realmente queden limpias y no se deterioren. Aquí algunas recomendaciones:
- Separa las sábanas por colores y tipo de tela.
- Usa un ciclo suave si son de algodón fino o mezcla de fibras.
- Si estuviste enfermo/a, opta por agua caliente (60 °C o más) para eliminar gérmenes.
- Para telas delicadas, mejor agua tibia (40–50 °C).
- Solo usa agua fría en casos especiales como con sábanas de seda o bambú.
- Seca a baja o media temperatura para evitar que se encojan.
- Guarda las sábanas en un sitio seco, fresco y aireado.
Tener más de un juego de sábanas te permitirá rotarlas con facilidad y mantener siempre la higiene de tu cama.