El cáncer de riñón es una enfermedad que puede desarrollarse silenciosamente y sin síntomas durante años. Sin embargo, diversos estudios médicos señalan que hay formas de reducir considerablemente el riesgo, sobre todo mediante cambios en el estilo de vida. Aquí te presentamos las principales estrategias de prevención respaldadas por expertos en oncología y nefrología.
Dejar de fumar: la medida más importante para reducir el riesgo de cáncer
Uno de los factores más peligrosos para los riñones es el tabaco. Fumar duplica el riesgo de desarrollar cáncer renal, debido a sustancias químicas que dañan directamente las células del riñón. Al dejar de fumar, el riesgo disminuye con el tiempo, lo que convierte esta decisión en una de las más importantes para la prevención.
Controlar la presión arterial, otra medida de prevención de cáncer a los riñones
La hipertensión, además de afectar al corazón, también impacta la salud renal. Mantener la presión arterial en niveles normales con ayuda de una dieta baja en sodio, ejercicio regular y tratamiento médico reduce las probabilidades de desarrollar tumores renales.
Mantener un peso saludable
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, entre ellos el de riñón. Esto se debe a alteraciones hormonales y procesos inflamatorios que afectan directamente a las células renales. Una dieta equilibrada y la actividad física constante son esenciales.
Evitar la exposición a sustancias tóxicas
Trabajar o vivir en ambientes con exposición prolongada a productos como cadmio, benceno o tricloroetileno aumenta el riesgo. Es fundamental usar protección y seguir protocolos de seguridad si se trabaja en industrias químicas o de limpieza.
No abusar de analgésicos, una de las claves para no contraer cáncer
El uso excesivo de antiinflamatorios no esteroideos (como ibuprofeno o naproxeno) puede causar daño renal crónico y aumentar el riesgo de cáncer. Siempre es mejor consultar al médico antes de automedicarse de forma continua.
Alimentación rica en vegetales y baja en ultraprocesados
Una dieta basada en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras protege los riñones. Además, reducir el consumo de carnes procesadas, alimentos con alto contenido de sodio y grasas trans puede tener un impacto preventivo notable.
Conocer los antecedentes familiares
Si existen casos de cáncer renal en la familia, conviene realizar chequeos médicos regulares, incluso sin síntomas. Algunos síndromes genéticos aumentan el riesgo, por lo que estar informado puede marcar la diferencia en una detección temprana.
La prevención del cáncer de riñón comienza con decisiones diarias. Incorporar hábitos saludables y vigilar factores de riesgo permite no solo cuidar los riñones, sino también mejorar la salud general.