El encogimiento de la ropa es uno de los problemas más frustrantes al lavar nuestras prendas. A menudo, se debe a errores sencillos que se pueden evitar con unos pequeños ajustes. Aquí te dejamos seis factores clave para mantener tu ropa en excelente estado.
Uno de los principales culpables del encogimiento es no leer la etiqueta de cuidado. Cada prenda tiene instrucciones específicas que indican la temperatura ideal del agua y si es apta para secadora. Seguir estas indicaciones puede salvar tus prendas de daños irreversibles.
El uso de agua caliente es otro error frecuente. Fibras naturales como el algodón y la lana se contraen bajo altas temperaturas. Optar por agua fría no solo previene el encogimiento, sino que también ayuda a conservar el color y la textura de la ropa, y reduce el consumo de energía.
Elegir el ciclo de lavado incorrecto también puede ser perjudicial. Los ciclos más agresivos exponen a las prendas a un desgaste innecesario. Para tejidos delicados, como la seda o la lana, lo mejor es usar un ciclo suave que minimice el daño y prolongue la vida útil de las prendas.
El secado con calor es uno de los errores más dañinos. Aunque la secadora es práctica, su temperatura puede encoger la ropa rápidamente. Si es posible, seca las prendas al aire. Si usas la secadora, selecciona una temperatura baja y no dejes que se sequen por completo dentro de ella.
Finalmente, el uso de un vaporizador puede ser una excelente solución para evitar el encogimiento. Ayuda a mantener la forma de las prendas y a reducir arrugas sin necesidad de exponerlas al agua o al calor extremo. Incorporar este paso en tu rutina puede hacer una gran diferencia en la durabilidad de tu ropa.