El consumo de alcohol, incluso en cantidades moderadas, está directamente relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer.
Un informe reciente de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer revela que el alcohol está vinculado a al menos seis tipos de cáncer, como los de cabeza y cuello, esófago, hígado, mama, colon y estómago.
El estudio advierte que beber alcohol daña el ADN, lo que puede conducir al desarrollo de cáncer. Este riesgo aumenta con el consumo frecuente y prolongado, pero incluso las personas que beben en cantidades moderadas no están exentas. Además, si el consumo de alcohol se combina con otros hábitos dañinos, como fumar, el riesgo de cáncer se multiplica.
La investigación también muestra una tendencia preocupante en personas menores de 50 años, especialmente en los casos de cáncer colorrectal. El consumo temprano de alcohol y la falta de un estilo de vida saludable están contribuyendo al aumento de estos casos.
Es importante entender que el alcohol afecta el cuerpo de muchas maneras. A medida que pasa el tiempo, las células dañadas por el alcohol pueden desarrollar mutaciones que conducen al cáncer. Las guías de salud pública recomiendan moderar o reducir el consumo de alcohol para disminuir estos riesgos.