La banana es una de las frutas más consumidas en el mundo, pero su efecto sobre el sistema digestivo puede variar según su grado de madurez. Mientras algunos la recomiendan para aliviar el estreñimiento, otros aseguran que puede empeorarlo. ¿Quién tiene razón? La respuesta está en la forma en que nuestro cuerpo procesa sus diferentes tipos de fibra.
Las bananas maduras: aliadas contra el estreñimiento
Cuando la banana está madura (con su característico color amarillo y algunas manchas marrones), ofrece una fuente natural de fibra soluble, especialmente pectina. Esta sustancia retiene agua en el intestino y suaviza las heces, facilitando su evacuación. Además, contiene azúcares fermentables y fructooligosacáridos, que alimentan a las bacterias beneficiosas del intestino y ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota.
Incluir bananas maduras en una dieta equilibrada puede favorecer el tránsito intestinal y aliviar molestias digestivas leves, sin necesidad de recurrir a laxantes artificiales.
Bananas verdes: beneficiosas, pero con precaución
En cambio, las bananas verdes o poco maduras contienen grandes cantidades de almidón resistente, un tipo de carbohidrato que el intestino delgado no puede digerir. Aunque este compuesto también actúa como prebiótico —al llegar intacto al colon y fermentar allí—, en algunas personas puede ralentizar el tránsito intestinal, provocar hinchazón o incluso estreñimiento si se consume en exceso o si hay sensibilidad digestiva previa.
Sin embargo, ese mismo almidón tiene un valor importante para la salud intestinal, ya que estimula la producción de ácidos grasos de cadena corta, como el butirato, que favorecen la integridad del colon y reducen la inflamación.
¿Qué tipo de banana es mejor para ti?
La elección entre una banana madura o verde dependerá del estado de salud intestinal de cada persona. Si se busca aliviar el estreñimiento ocasional, la banana madura suele ser una opción más efectiva y segura. En cambio, si el objetivo es mejorar la salud intestinal a largo plazo, pequeñas cantidades de banana verde también pueden ser útiles, siempre que no causen molestias.
Aunque la banana puede influir de forma diferente en el tránsito intestinal, ambas versiones de la fruta ofrecen beneficios para la salud digestiva. La clave está en saber cuándo y cómo consumirla. Mantener una dieta rica en fibra, beber suficiente agua y practicar actividad física regularmente siguen siendo los pilares fundamentales para combatir el estreñimiento de forma natural.
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