domingo, 27 julio 2025
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La pérdida de visión y el colesterol alto son factores de riesgo para la demencia, según estudio

Foto referencial tomada de CANVA.

La pérdida de visión no tratada en edades avanzadas y el colesterol alto se asocian con un mayor riesgo de desarrollar demencias, según un reciente estudio publicado por The Lancet. Estos dos factores se suman a una lista de 14 causas conocidas que representan un 9% de todos los casos de demencia, según la Comisión 2024 de The Lancet sobre prevención, intervención y atención de la demencia.

El estudio, un metaanálisis de los datos más recientes, estima que el 7% de los casos de demencia son atribuibles a niveles elevados de colesterol LDL (‘malo’) en torno a los 40 años, y el 2% a la pérdida de visión no tratada en edades avanzadas. Esta lista de factores de riesgo incluye, además de los nuevos identificados, otros como niveles bajos de educación, discapacidad auditiva, presión arterial alta, tabaquismo, obesidad, depresión, inactividad física, diabetes, consumo excesivo de alcohol, lesión cerebral traumática, contaminación del aire e aislamiento social.

Estos 14 factores de riesgo están relacionados con el 40% de todos los casos de demencia. La Comisión destaca que, si se abordaran desde la infancia, se podría evitar o retrasar casi la mitad de los casos. La nueva investigación resalta que la discapacidad auditiva y el colesterol LDL alto representan el 7% cada uno de los casos de demencia en la población mundial, seguidos por una menor educación en los primeros años de vida y el aislamiento social en la vejez, que representan el 5% cada uno.

Recomendaciones y prevención

Entre las 13 recomendaciones destacadas se encuentran:

  • Proveer educación de calidad para todos los niños.
  • Mantenerse cognitivamente activo en la mediana edad.
  • Tratar eficazmente la depresión.
  • Reducir la exposición a la contaminación atmosférica mediante políticas estrictas de aire limpio.
  • Disminuir el contenido de azúcar y sal en los alimentos.
  • Usar protección para la cabeza en deportes de contacto y en bicicleta.

Estas medidas no solo aumentan los años de vida saludable, sino que también reducen el tiempo que las personas con demencia pasan con mala salud.

Proyecciones futuras y desigualdades

El estudio señala que, debido al rápido envejecimiento de la población, se espera que el número de personas con demencia casi se triplique para 2050, pasando de 57 millones en 2019 a 153 millones. Sin embargo, en algunos países de renta alta, como Estados Unidos y el Reino Unido, la proporción de personas mayores con demencia ha disminuido, particularmente entre aquellos en zonas socioeconómicamente favorecidas. Este descenso se atribuye a una mayor resistencia cognitiva y física a lo largo de la vida y a una reducción del daño vascular gracias a mejoras en la atención sanitaria y cambios en el estilo de vida.

Los investigadores subrayan la importancia de redoblar los esfuerzos preventivos, especialmente hacia los habitantes de países de renta baja y media y los grupos socioeconómicamente desfavorecidos.