sábado, 26 julio 2025
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Las dos sondas más cercanas al Sol resuelven un misterio del viento solar

Foto referencial tomada de CANVA.

Un equipo internacional de científicos, liderado por el Centro de Astrofísica Harvard y Smithsonian en Estados Unidos, ha logrado desvelar uno de los enigmas más intrigantes del Sol: el proceso por el cual el viento solar se acelera y calienta.

Este descubrimiento fue posible gracias a la coincidencia de una alineación inusual entre dos sondas solares: la Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la sonda solar Parker de la NASA.

Foto referencial.

¿Qué es el viento solar?

El viento solar es una corriente de partículas cargadas que escapa de la corona del Sol y viaja a través del espacio. Al llegar a la Tierra, esta corriente desencadena fenómenos como las auroras boreales. El viento solar comienza su viaje a temperaturas de millones de grados y, aunque se enfría naturalmente a lo largo de su recorrido, alcanza velocidades superiores a 1,8 millones de kilómetros por hora. Sin embargo, al salir de la corona solar, sus velocidades son considerablemente más bajas.

El papel de las ondas Alfvén

El hallazgo de los científicos muestra que las ondas Alfvén, un tipo de onda magnetohidrodinámica, son responsables de la aceleración y calentamiento del viento solar. Estas ondas impulsan el plasma solar, incrementando su energía cinética y térmica.

Importancia de la alineación de las sondas

La clave de este descubrimiento radica en una rara alineación entre las sondas Solar Orbiter y Parker, que permitió estudiar la evolución del viento solar con una precisión sin precedentes. En febrero de 2022, ambas sondas coincidieron en la misma corriente de viento solar, pero a diferentes distancias del Sol.

La sonda Parker, operando a unos nueve millones de kilómetros del Sol, fue la primera en atravesar la corriente, detectando ondas Alfvén de gran amplitud que provocaron un fenómeno conocido como ‘latigazo magnético’, en el cual el campo magnético cambia abruptamente de dirección. Casi dos días después, la sonda Solar Orbiter, a 89 millones de kilómetros del Sol, atravesó la misma corriente de viento solar, pero en esta ocasión, no se registró ningún cambio de dirección del campo magnético, aunque el plasma había experimentado un notable calentamiento y aceleración.

Comparación de datos y conclusión

Al comparar los datos obtenidos por ambas sondas, los científicos concluyeron que la energía adicional adquirida por el plasma, tanto en términos de velocidad como de temperatura, coincidía con la energía perdida por las ondas Alfvén. Este descubrimiento proporciona una comprensión más profunda del funcionamiento del viento solar y de cómo este fenómeno influye en el entorno espacial que rodea a la Tierra.

Este estudio representa un avance significativo en la física solar, arrojando luz sobre el comportamiento del viento solar y su interacción con el entorno espacial. La colaboración entre la ESA y la NASA, a través de sus sondas Solar Orbiter y Parker, continúa siendo fundamental para desentrañar los misterios del Sol y sus efectos en el sistema solar.