sábado, 26 julio 2025
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¿Por qué salen las llagas en la boca?

Las aftas bucales, comúnmente conocidas como llagas, son pequeñas heridas blancas rodeadas por un borde rojizo que aparecen dentro de la cavidad bucal. Aunque no son contagiosas, suelen ser dolorosas, causando molestias al comer, hablar o cepillarse los dientes.

Estas lesiones desaparecen por sí solas en un plazo de una a dos semanas, aunque en casos más severos pueden persistir hasta seis semanas.

Diferencia entre aftas y herpes labial

Las aftas se desarrollan exclusivamente dentro de la boca, mientras que el herpes labial, causado por el virus del herpes, aparece en el exterior, generalmente alrededor de los labios. Es importante no confundirlas, ya que las causas y los tratamientos son diferentes.

Causas y factores desencadenantes de las aftas

Aunque su causa exacta es desconocida, existen varios factores asociados con su aparición:

  • Traumatismos bucales: Mordeduras accidentales, cepillado agresivo o prótesis mal ajustadas.
  • Uso de brackets: El roce constante puede provocar heridas que evolucionan en aftas.
  • Alimentos y bebidas calientes: Pueden dañar la membrana interna de la boca.
  • Estrés y exposición al sol: Identificados como posibles desencadenantes, según Medline Plus.

Otros factores incluyen deficiencias de vitaminas (especialmente complejo B), hierro y zinc, y el contacto prolongado con objetos dentro de la boca, como aparatos dentales.

Tipos de aftas

Las aftas se dividen en tres categorías principales:

  1. Aftas menores: Las más comunes, pequeñas, ovaladas y de bordes rojizos. Sanan en una o dos semanas sin dejar cicatrices.
  2. Aftas mayores: Más profundas y dolorosas. Su curación puede tardar hasta seis semanas, dejando cicatrices permanentes.
  3. Aftas herpetiformes: Aparecen en grupos pequeños que pueden unirse en una úlcera más grande, pero también sanan sin marcas.

Antes de la aparición visible de las llagas, pueden manifestarse síntomas como ardor o picor en el área afectada. Esto puede servir como señal para iniciar cuidados preventivos.

Tratamientos recomendados

Aunque no existe una cura definitiva, varios métodos pueden aliviar el dolor y acelerar la recuperación:

  • Enjuagues con agua salada: Ayudan a desinfectar y cicatrizar las llagas.
  • Aplicación de hielo: Reduce el dolor y la inflamación al colocarlo sobre la lesión.
  • Agua oxigenada: Usada con un algodón, limpia y desinfecta el área afectada.
  • Evitar irritantes: Alimentos ácidos, picantes o muy condimentados pueden agravar el problema.

En casos graves, un médico puede optar por cauterizar la llaga para eliminar el tejido afectado.

Prevención

  1. Higiene bucal adecuada: Usar cepillos de cerdas suaves y reemplazarlos regularmente.
  2. Alimentación equilibrada: Consumir alimentos ricos en vitaminas del complejo B, hierro y zinc.
  3. Evitar alimentos irritantes: Especialmente los que son picantes o excesivamente calientes.
  4. Revisión de aparatos dentales: Asegurarse de que estén correctamente ajustados para evitar roces constantes.