En un operativo conjunto entre la Policía Nacional del Ecuador, la Fiscalía General del Estado, el Servicio de Rentas Internas (SRI) y la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA), se desarticuló una red criminal que operaba en los sectores de Pascuales, 09 de Octubre, Esteros, Sur, Florida y el cantón Durán. La organización se dedicaba a la producción y distribución de licores falsificados a gran escala, poniendo en riesgo la salud pública.
El operativo, denominado Operación Fénix 329 – Esmeralda, desmanteló la estructura criminal que fabricaba licores de reconocidas marcas utilizando ingredientes de baja calidad y envases falsificados, informó la Policía este jueves 26 de septiembre.
Las bebidas adulteradas no solo representaban un grave peligro para los consumidores, sino que también causaban un importante perjuicio económico al evadir impuestos por un valor aproximado de $350.000.
Mediante técnicas de investigación, los agentes identificaron a siete ciudadanos ecuatorianos involucrados en la producción, almacenamiento y comercialización de estos productos adulterados. Entre los detenidos se encuentran:
- Jhonatan Agustín S. V. (antecedentes por contaminación de sustancias destinadas al consumo humano)
- Winifer Jamilex S. V.
- Carlos Xavier V. S.
- Jomaly Denisse M. F.
- Hugo Ambrocio Z. R. (antecedentes por estafa y robo)
- Ciro Ignacio C. G. (antecedentes por contaminación de sustancias destinadas al consumo humano y receptación)
- Roberto Alfredo C.
Durante el operativo, que incluyó siete allanamientos, se incautaron los siguientes bienes como indicios delictivos:
- 1 arma de fuego
- 8 teléfonos móviles
- 2 dispositivos tecnológicos
- 2.000 botellas de licor adulterado
- 15.000 timbres fiscales
- 1.500 litros de licor artesanal
- 20.000 etiquetas, cartones, hologramas, moldes, dispensadores y tapas
El consumo de estos licores falsificados representa un serio peligro para la salud, ya que pueden contener sustancias tóxicas y carecen de los controles de calidad necesarios. Además, la organización también falsificaba documentos como facturas y timbres fiscales, incrementando el daño económico al Estado.