Lady Gaga, la icónica cantante y actriz estadounidense, sorprendió a todos al salir de una estación de metro especialmente construida para la ocasión junto al río Sena en París. Esta estación, típicamente parisina, fue el escenario de la primera gran actuación musical sorpresa de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos.
La intérprete se aventuró a cantar en francés, interpretando «Mon truc en plumes» de Zizi Jeanmaire, un clásico de los años sesenta. Vestida de negro, fue acompañada por una decena de bailarines con pompones rosas, quienes ocultaron su identidad hasta el momento preciso, sorprendiendo al público que pasó de la incertidumbre a los aplausos en cuestión de segundos.
Lady Gaga hizo su aparición en la primera parte del recorrido por el Sena, poco después de que una misteriosa barca con niños y una figura encapuchada lanzaran el desfile olímpico desde el puente de Austerlitz, transportando la llama olímpica en una pequeña embarcación.
Aunque un piano formó parte de su actuación, la cantante de éxitos como «Poker Face» y «Born This Way» apenas tocó las teclas, ya que el principal enfoque de su presentación fue rendir homenaje al cabaret francés.
A pesar de que su participación se había mantenido en secreto, la intervención de Lady Gaga era casi un secreto a voces, ya que durante la semana se le había visto en varias ocasiones en la capital francesa.
Además de ser una figura destacada en la música y el cine, Lady Gaga es conocida por su activismo, especialmente en apoyo a la comunidad LGTBI, que la considera un símbolo de lucha y visibilidad.
Lady Gaga se encuentra en la antesala del estreno de la película «Joker: Folie à Deux» en el Festival de Venecia, donde competirá por el León de Oro junto a Joaquin Phoenix. En mayo, también anunció su séptimo álbum de estudio, incrementando la expectativa de sus seguidores.