jueves, 24 julio 2025
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¿Por qué nos comemos las 12 uvas en Fin de Año?

La tradición de comer doce uvas con las campanadas de medianoche del 31 de diciembre es una práctica extendida en varios países, especialmente en España y en algunas regiones de América Latina. Esta costumbre, que se originó en España a principios del siglo XX, se ha convertido en un ritual anual para atraer buena suerte y prosperidad para el año venidero.

@tctelevisionec ¿Listos para las cábalas de fin de año? 🍇🎉 ¡No olviden las 12 uvas a medianoche! Cada uva, un deseo para cada mes del 2023. @MatheoTarot 🎆 #CabalasDeAñoNuevo #UvasDeLaSuerte" #horoscopoelementaltc ♬ sonido original – TC Televisión

La simbología de las doce uvas

Cada una de las doce uvas representa un mes del año. Se cree que comer estas uvas al son de las doce campanadas de la medianoche asegura suerte para cada mes del nuevo año. La práctica no solo es un ritual supersticioso, sino que también se ha convertido en un evento familiar y comunitario, celebrando la esperanza y la alegría de comenzar un nuevo año.

Orígenes y expansión de la tradición

Los orígenes de esta tradición se remontan a principios del siglo XX en España. La versión más aceptada es que comenzó como una manera de consumir el excedente de uvas de una temporada de cosecha particularmente abundante. Con el tiempo, esta costumbre se extendió a otros países hispanohablantes, adaptándose a sus propias culturas y celebraciones de Año Nuevo.

Práctica y significado

La práctica consiste en comer una uva con cada campanada a la medianoche, lo que puede ser un desafío, ya que las campanadas suelen ser rápidas. Además del aspecto supersticioso de la tradición, comer las doce uvas se ha convertido en un momento de unión familiar y de celebración festiva. Es un acto que simboliza la despedida del año viejo y la bienvenida del año nuevo con esperanza y positividad.

Influencia Cultural

La cábala de las uvas ha trascendido su propósito original para convertirse en una parte significativa de la cultura de fin de año en los países donde se practica. Esta tradición es un ejemplo de cómo un simple acto puede convertirse en un ritual significativo y en una parte integral de la celebración de Año Nuevo.

La tradición de comer doce uvas en la víspera de Año Nuevo es más que una superstición: es un acto que une a las personas en la celebración de la vida y el nuevo comienzo que trae cada año.