Los estudiantes de primaria y secundaria en Brasil no podrán usar teléfonos celulares en los centros educativos, tras la aprobación de una ley por el Congreso este miércoles 18 de diciembre de 2024. La medida busca proteger la salud y el aprendizaje de los jóvenes, afectados por el uso excesivo de dispositivos móviles.
Según el texto aprobado por el Senado, los celulares estarán prohibidos tanto en las aulas como durante los recreos para estudiantes de entre 4 y 17 años. La ley, que aún debe ser sancionada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, establece que las escuelas deben implementar estrategias para abordar los problemas de salud mental asociados al uso de estos dispositivos.
El ministro de Educación, Camilo Santana, respaldó la iniciativa y señaló la importancia de establecer límites al uso de celulares en los centros educativos. La norma, sin embargo, permite excepciones cuando los dispositivos sean utilizados con fines pedagógicos o por razones de accesibilidad.
Datos preocupantes y apoyo de los padres
Más de la mitad de los adolescentes brasileños entre 10 y 13 años posee un teléfono móvil, una cifra que aumenta al 87,6% entre jóvenes de 14 a 17 años, según el Comité Gestor de Internet de Brasil. Actualmente, cerca del 63% de las escuelas del país restringen el uso de celulares de forma independiente, mientras que solo el 28% prohíben su uso totalmente.
La prohibición cuenta con un amplio respaldo social. De acuerdo con un sondeo realizado por el Instituto Locomotiva y QuestionPro en octubre, el 82% de los padres brasileños está a favor de esta medida, que considera el impacto negativo de las pantallas en la salud física, mental y emocional de niños y adolescentes.
La nueva legislación representa un esfuerzo por mejorar el entorno educativo, fomentando una convivencia más saludable y promoviendo el bienestar de los estudiantes.