sábado, 26 julio 2025
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Colombia solicita a la ONU excluir la hoja de coca del listado de sustancias prohibidas

La canciller de Colombia, Laura Sarabia, pidió este lunes a la ONU, durante una sesión de la Convención de Estupefacientes en Viena, retirar la hoja de coca del listado de sustancias prohibidas.

Sarabia argumentó que la planta debe ser excluida de la lista de sustancias más peligrosas «por razones científicas y prácticas», asegurando que «la ciencia demostrará que la hoja de coca en sí misma no es perjudicial para la salud».

El gobierno del presidente Gustavo Petro busca eliminar el estigma asociado a la hoja de coca, destacando que, aunque es la base para la producción de cocaína, su cultivo forma parte de la tradición de comunidades indígenas y campesinas, quienes, según el mandatario, han sido víctimas de los grandes narcotraficantes.

La canciller aclaró que esta solicitud «no significa» que el gobierno colombiano dejará de erradicar los cultivos ilícitos, sino que el enfoque estará en golpear la estructura financiera de los grandes traficantes.

Resultados en la lucha contra el narcotráfico

Desde el inicio del gobierno de Petro, el 7 de agosto de 2022, hasta el 31 de enero de 2025, las autoridades han incautado más de 1,9 millones de kilogramos de clorhidrato de cocaína y han desmantelado 454 laboratorios.

«Nos enfocamos en la interdicción de grandes cargamentos y en la captura de los principales traficantes, para debilitarlos donde más les duele: en sus finanzas», afirmó Sarabia.

El presidente Petro ha sido un crítico del enfoque punitivo de la guerra contra las drogas, al que considera un «fracaso». A pesar de décadas de lucha, Colombia sigue siendo el mayor productor mundial de cocaína, lo que financia a grupos armados y organizaciones criminales.

Según cifras de la ONU, en 2023, la producción de cocaína en el país alcanzó un récord de 2.600 toneladas, lo que representa un 53% más que el año anterior. Además, la superficie cultivada con hoja de coca llegó a 253.000 hectáreas.

Antecedentes internacionales

En 2011, Bolivia se retiró de la Convención sobre Estupefacientes de 1961 para corregir lo que consideraba un «error histórico», al haber incluido la hoja de coca en la lista de sustancias prohibidas. En 2013, el país reingresó al convenio con una excepción que permite el consumo tradicional de la hoja en su territorio.

El gobierno de Colombia busca seguir un camino similar, impulsando la despenalización de la hoja de coca sin abandonar la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.