El consumo global de vino registró en 2024 su cifra más baja desde 1961, alcanzando los 214,2 millones de hectolitros (mhl), según reveló la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) en su informe anual. Esta caída del 3,3 % en comparación con 2023 responde tanto a factores coyunturales como a una tendencia estructural a largo plazo en los hábitos de consumo.
De confirmarse esta cifra, sería el volumen de consumo de vino más bajo en más de seis décadas. Entre las razones están la baja producción global, el incremento en los costos para los viticultores, la inflación y un cambio en las preferencias del consumidor, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Desde 2018, la demanda mundial ha disminuido un 12 %, con una caída notable en China y Estados Unidos.
En Europa, que representa el 48 % del consumo global, el descenso fue del 2,8 % en 2024. Francia, uno de los países tradicionalmente más vinculados al vino, vio una disminución del 3,6 %, marcada por un cambio generacional en los patrones de consumo. Por el contrario, España y Portugal reportaron un leve crecimiento.
En América Latina, Argentina reportó su nivel de consumo más bajo desde 1942 con 7,7 mhl, un 1,2 % menos que el año anterior. En Estados Unidos, el principal mercado mundial, el consumo cayó un 5,8 % hasta los 33,3 mhl.
Producción mundial también a la baja
Simultáneamente, la producción mundial de vino descendió un 4,8 %, situándose en 225,8 mhl, la cifra más baja en más de 60 años. Las condiciones climáticas adversas, como lluvias excesivas y sequías, afectaron a los principales países productores. Francia, por ejemplo, redujo su producción en un 23 %, alcanzando su nivel más bajo desde 1957. A pesar de ello, se mantiene como el segundo mayor productor mundial después de Italia, que lidera con 44 mhl.
En el hemisferio sur, la situación fue mixta. Argentina incrementó su producción en un 23,3 %, aunque todavía por debajo de su promedio de los últimos cinco años. Chile, por otro lado, tuvo una caída del 15,6 %, y Brasil enfrentó una disminución del 41 %, debido a las lluvias primaverales y la propagación del mildiu en sus viñedos.
Exportaciones estables, pero con alto valor
A pesar de la caída en volumen, el comercio internacional de vino se mantuvo relativamente estable, con 99,8 mhl exportados. No obstante, esta cifra representa un 5 % menos que la media de los últimos cinco años. El valor de las exportaciones alcanzó los 35.900 millones de euros, gracias a un precio medio de 3,60 euros por litro, igualando el récord de 2023.
Chile destacó como uno de los países más dinámicos en exportación, con un aumento del 14,4 % en volumen exportado y un crecimiento del 6,1 % en valor respecto al año anterior.
Tendencias del sector vitivinícola
La OIV también señaló que la superficie cultivada continúa reduciéndose, aunque esto no representa una preocupación inmediata. Podría deberse a mejoras en la eficiencia, abandono de zonas poco rentables o cambios regulatorios.
El informe concluye que, más allá de las crisis coyunturales, el futuro del vino estará determinado por cómo evolucione la demanda ante los nuevos estilos de vida, factores económicos globales y la situación del comercio internacional.