El papa Francisco, que lleva más de tres semanas hospitalizado por una neumonía, está mejor, por lo que los médicos decidieron este lunes, 10 de marzo, que su pronóstico deja de ser reservado.
Sin embargo, los médicos estimaron que el pontífice tendrá que quedarse «algunos días más» en el hospital.
«Las mejoras registradas en los días anteriores se han consolidado aún más, como confirman los análisis de sangre, la objetividad clínica y la buena respuesta a la terapia farmacológica. Por estas razones, los médicos han decidido hoy disolver el pronóstico», indicó el Vaticano en el último boletín médico.
El estado clínico del jesuita de 88 años «sigue estable» pero «dada la complejidad del cuadro clínico y el importante cuadro infeccioso presentado en el momento del ingreso, será necesario continuar la terapia médica farmacológica en régimen hospitalario durante algunos días más», agregó el comunicado.
Horas antes de anunciarse que el pronóstico dejaba de ser reservado, una fuente vaticana afirmó que era «demasiado pronto para hablar de su regreso a Santa Marta«, la residencia donde vive en la Santa Sede.
«Se trata de signos positivos en la evolución de la enfermedad, que deben sin embargo ser recibidos con prudencia y circunspección, pues la neumonía no ha terminado (…) aunque no hay peligro inminente», indicó más tarde una fuente del Vaticano.
Ingresado en el hospital Gemelli de Roma, el papa Francisco ha sufrido varias crisis respiratorias, la última hace siete días.
Como en mañanas anteriores, este lunes también le cambiaron la máscara de oxígeno que usa todas las noches por una cánula nasal de alto flujo, un soporte más ligero.
Durante su estancia en el hospital, el papa ha estado trabajando de manera intermitente y siguiendo las noticias siempre que ha sido posible, incluidas las inundaciones que han afectado a su país natal, Argentina.
El lunes, el pontífice expresó su dolor en un telegrama en recuerdo a las víctimas.
Agradecimiento a los médicos
El papa ha sufrido varios problemas de salud en los últimos años, incluyendo una operación de colon en 2021 y otra para tratarle una hernia en 2023. Pero esta es su estancia más larga y grave en el hospital desde que empezó su papado, en 2013.
En otras ocasiones Francisco salió al balcón del hospital Gemelli para la oración dominical del Ángelus pero esta vez lleva cuatro semanas enviándolo por escrito en lugar de pronunciarlo desde el Palacio Apostólico, situado en la plaza de San Pedro.
El domingo al mediodía, el pontífice dio las gracias en un mensaje al personal médico.
El papa no ha sido visto en persona desde que fue ingresado en el hospital.
Su único mensaje directo fue un audio publicado el jueves en español en el que, con voz cansada y respiración entrecortada, agradeció las oraciones por su pronta recuperación.