Kiruna, ubicada en la región de Norrbotten, Suecia, está en peligro. Esta ciudad, con una población de 16,000 personas, está sufriendo un hundimiento progresivo. Las minas subterráneas, esenciales para la economía de la zona, han debilitado el suelo.
La empresa minera LKAB descubrió grandes reservas de tierras raras, aumentando la explotación minera.
Este incremento en la actividad minera ha agravado el hundimiento, las autoridades locales han implementado un plan para trasladar a todos los residentes tres kilómetros fuera del actual centro urbano.
El objetivo es asegurar la seguridad de los habitantes y permitir la continuación de las actividades mineras.
La situación de Kiruna es tan impactante que inspiró la película de Netflix «El abismo de Kiruna», estrenada el año pasado.
El plan de reubicación contempla mover la ciudad unos tres kilómetros fuera de su ubicación actual. Las autoridades locales ya están organizando este transporte para asegurar la seguridad de los ciudadanos y permitir que las extracciones minerales continúen sin poner en riesgo a la población.
Esta situación ha llamado la atención de los medios internacionales y plantea un desafío significativo tanto para la comunidad de Kiruna como para las autoridades suecas encargadas de gestionar esta compleja transición.