La temporada de huracanes en el Atlántico, que va de junio a noviembre, trae consigo distintos fenómenos meteorológicos que pueden dar origen a ciclones tropicales. Según The Weather Channel y el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC), existen cinco mecanismos principales por los cuales se forman estos sistemas, muchos de los cuales afectan gravemente a la región del Caribe, el Golfo de México y la costa este de Norteamérica.
1. Ondas tropicales que cruzan desde África
Cada año, alrededor de 60 ondas tropicales se desplazan desde la costa africana hacia el Caribe. Estas ondas, alargadas y con rotación, contienen humedad y energía. Cuando las condiciones lo permiten —como aguas cálidas y baja cizalladura del viento— cerca del 20% de ellas puede evolucionar en depresiones tropicales, tormentas o incluso huracanes de gran intensidad.
2. Frentes fríos que se debilitan en el Golfo
Algunos frentes fríos, al debilitarse sobre el Golfo de México o el Atlántico occidental, pueden quedar estancados y formar áreas de baja presión. Si estas zonas se combinan con tormentas eléctricas sostenidas y condiciones atmosféricas favorables, pueden transformarse en ciclones tropicales. Este tipo de desarrollo suele darse en los extremos de la temporada, especialmente en junio o noviembre.
3. Sistemas Convectivos de Mesoescala (SCM)
En el sur de Estados Unidos se desarrollan con frecuencia los Sistemas Convectivos de Mesoescala, grandes agrupaciones de tormentas eléctricas. Si estos sistemas mantienen su estructura al avanzar hacia el Golfo de México y encuentran aguas cálidas y poca cizalladura, pueden transformarse en tormentas tropicales. Un ejemplo de este mecanismo fue la Tormenta Tropical Barry en 2019.
¿Cuáles son las otras formas por las que surgen los huracanes?
4. Giro centroamericano
El giro centroamericano es una gran área de baja presión que suele desarrollarse sobre América Central, en especial al principio o final de la temporada. Este sistema puede generar núcleos de baja presión más pequeños. Si estos se separan y permanecen sobre el océano, pueden evolucionar hacia ciclones tropicales en el Caribe occidental o el Pacífico oriental, dependiendo de su trayectoria.
5. Transición de sistemas extra tropicales
En el Atlántico norte, algunas bajas presiones no tropicales pueden transformarse en tormentas subtropicales o tropicales. Esto ocurre cuando el sistema interactúa con aguas templadas y genera convección sostenida. Bajo ciertas condiciones, esta transición puede producir ciclones organizados y potencialmente peligrosos.
Conocer cómo se forman los huracanes permite anticipar mejor sus trayectorias y riesgos potenciales. Estos cinco mecanismos reflejan la complejidad de los sistemas tropicales y su sensibilidad a múltiples factores atmosféricos y oceánicos.
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