La compañía alemana TÜV Rheinland, encargada de certificar la conformidad de los implantes mamarios defectuosos de la marca francesa PIP, fue condenada en Francia a indemnizar a 2.898 víctimas, en su mayoría mujeres venezolanas, según informó este jueves el abogado Olivier Aumaître.
El fallo fue emitido por el tribunal comercial de Tolón, en el sur de Francia, que ordenó a la empresa pagar más de 9,4 millones de euros (aproximadamente 10,7 millones de dólares) en indemnizaciones de forma inmediata.
Entre las víctimas también se encuentran mujeres de nacionalidad francesa, británica, australiana, irlandesa, colombiana y búlgara. Esta sentencia marca un precedente relevante, al confirmar —quince años después del escándalo— que las afectadas aún tienen derecho a ser compensadas.
“Es hora de que el grupo alemán TÜV Rheinland salga de su estrategia de negación y proponga una compensación amistosa, porque de lo contrario las condenas se sucederán en los próximos meses por montos muy importantes”, señaló el abogado de las víctimas.
Entre 2001 y 2010, la empresa francesa Poly Implant Prothèse (PIP) vendió cerca de un millón de prótesis mamarias defectuosas. Se estima que al menos 400.000 mujeres en todo el mundo fueron afectadas, muchas de ellas en América Latina.
Aunque los procesos legales contra PIP concluyeron con el fallecimiento de su fundador, Jean-Claude Mas, en 2019, los juicios contra TÜV —responsable de certificar la seguridad de los productos— continúan en distintas ciudades francesas como Tolón, Aix-en-Provence y Lyon, con más de 35.000 demandantes.