El número de víctimas mortales tras el colapso del Puente Juscelino Kubitschek de Oliveira, en Brasil, ascendió a 10, según informó la Marina este viernes. Entre las víctimas se encuentra una mujer cuyo cuerpo fue hallado a seis kilómetros del lugar del accidente, sobre el río Tocantins, mientras que otros siete permanecen desaparecidos.
El puente, construido en la década de 1960, conecta las ciudades de Estreito y Aguiarnópolis, en la frontera entre los estados de Maranhão y Tocantins, al norte del país, a unos 1.300 kilómetros de Brasilia. El colapso ocurrió el pasado domingo mientras varios vehículos cruzaban la estructura, lo que provocó que al menos cuatro camiones, dos automóviles y dos motocicletas cayeran al río.
Entre los camiones involucrados, tres transportaban sustancias químicas peligrosas, incluyendo 22.000 litros de pesticidas agrícolas y 76 toneladas de ácido sulfúrico, según la Agencia Nacional de Aguas de Brasil. Esto obligó a suspender temporalmente las operaciones de rescate debido al riesgo de derrames tóxicos.
Tras realizar estudios de seguridad, las autoridades concluyeron que las aguas no representaban un peligro significativo y se reanudaron las labores de búsqueda. Aunque se detectó una fuga de ácido sulfúrico, fue considerada insignificante y no comprometió las operaciones.
Hasta el martes, se habían recuperado los cuerpos de cuatro personas, incluida la conductora de un camión que transportaba ácido y una niña de 11 años. Este miércoles, tras una pausa de dos días, los equipos de rescate retomaron las operaciones en el río, cuyas aguas tienen profundidades superiores a los 50 metros, lo que dificulta las labores.
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas del colapso y evalúan el estado general de la estructura, que llevaba más de seis décadas en funcionamiento. Un video difundido en redes sociales antes del incidente muestra a un residente local advirtiendo sobre grietas visibles en el puente, alertando sobre el riesgo que representaban.