Un centro de educación para adultos en la ciudad de Orebro, a unos 200 kilómetros al occidente de Estocolmo, fue el escenario de un tiroteo en las últimas horas.
La Policía confirmó que al menos 10 personas murieron por los disparos de bala en el centro escolar, entre los que podría estar el atacante, ya que según las investigaciones preliminares, se suicidó tras el tiroteo.
Las autoridades locales han asegurado que descartan que pueda haber otro ataque y que se trate de un tiroteo con motivación terrorista, aunque todavía continúan las investigaciones.
En una conferencia de prensa posterior, el jefe de policía de Orebro, Roberto Eid Forest, explicó que «una de las personas heridas sospechamos que puede ser el agresor».
«No podemos descartar a otros sospechosos, y eso es algo en lo que continuamos trabajando en esta fase intensiva: por qué sucedió y si hay otros posibles sospechosos», añadió.
Las imágenes del lugar muestran gran presencia policial con ambulancias y vehículos de emergencia.
Los estudiantes de las escuelas cercanas y de la escuela en cuestión fueron confinados «por razones de seguridad», dijo la policía.
«Escuché disparos, así que me atrincheré y estoy esperando noticias. Hemos activado una alarma en la aplicación de seguridad y me estoy comunicando con mis colegas», declaró Petter Kraftling, un maestro en una de las escuelas, al sitio web del sindicato de maestros sueco Vi larare.
El tiroteo está siendo investigado como «intento de asesinato, incendio premeditado y delito agravado de armas». Poco después de las 14h00 (13h00 GMT) la policía dijo que «el peligro no ha terminado».
«El gobierno está en estrecho contacto con la policía y está siguiendo de cerca los acontecimientos», dijo el ministro de Justicia Gunnar Strommer a la cadena SVT.
Según el diario Aftonbladet, se escuchóon disparos con armas automáticas y hubo que reorganizar las urgencias del hospital de la ciudad y del departamento de cuidados intensivos para dejar espacio a los heridos.
Aunque los ataques de este tipo son poco frecuentes en Suecia, en los últimos años se han producido varios incidentes graves en escuelas.
En marzo de 2022, un estudiante de 18 años mató a puñaladas a dos profesores en una escuela secundaria en la ciudad de Malmo, en el sur.