Ciencia y tecnología

Estas hermanas viven atrapadas en sus cuerpos

Liz Taylor, una mujer de 38 años en excelente estado de salud, recibió una noticia devastadora: perdería la capacidad de caminar, hablar y hasta comer. Todo comenzó con un dolor en las manos, y después de varias semanas de pruebas, los médicos en Newcastle, Inglaterra, le diagnosticaron una enfermedad neurológica incurable.
Liz y su esposo James, de 62 años, enfrentaron juntos el impacto de la enfermedad. Aunque su mente sigue activa, Liz solo puede comunicarse a través de la expresión de sus ojos. Los años siguientes al diagnóstico trajeron más devastación cuando sus tres hermanas también fueron diagnosticadas con la misma enfermedad, una condición genética desconocida para la familia.


Esta enfermedad, llamada neuroferritinopatía, es extremadamente rara, afectando a solo unos 100 pacientes en todo el mundo, principalmente de una línea familiar en el condado de Cumbria, Inglaterra. A menudo mal diagnosticada, los científicos descubrieron que la acumulación de hierro en el cerebro es la causa subyacente.
Los investigadores de la Universidad de Cambridge están llevando a cabo ensayos con un fármaco existente, deferiprona, en un intento por extraer el hierro del cerebro y frenar la progresión de la enfermedad. Si tienen éxito, este tratamiento ofrecería esperanza a Liz, sus hermanas y otros pacientes afectados.
Para Penny, la hija de Liz, la esperanza de una cura representa un rayo de luz en medio de la incertidumbre. Y para Stephen, esposo de una de las hermanas de Liz, cualquier avance que ralentice la enfermedad sería una victoria significativa.

Imagen tomada de Yahoo Noticias


Aunque el futuro sigue siendo incierto, estos ensayos ofrecen una esperanza tangible a aquellos que luchan contra esta enfermedad neurológica rara. Enfrentando el desafío con valentía y determinación, estas familias continúan su búsqueda de una cura que podría cambiarles la vida.