Hace aproximadamente un año y medio, Julio Trindade se enteró de que sufría de apnea del sueño, un problema que interfiere con la respiración durante el sueño. La recomendación fue una cirugía ortognática para ajustar la estructura de su mandíbula.
Tras encontrar un especialista, Julio se sometió a la cirugía en mayo. Aunque al principio todo parecía bien, pronto sufrió complicaciones respiratorias y, cuando pensaba en regresar a casa, terminó en la unidad de cuidados intensivos.
Cuando despertó 40 días después, se enteró de las dificultades que había enfrentado mientras estaba inconsciente: 13 cirugías, dos paros cardíacos y la amputación de su pie izquierdo, varios dedos del otro pie y de su mano derecha.
Los médicos consideraron su caso muy raro. Durante los 75 días en dos hospitales, le dieron solo un 3% de posibilidades de sobrevivir. A sus 35 años, fue el paciente más crítico de la UCI, mientras su esposa estaba en la etapa final de su embarazo.
La vida activa y saludable que llevó antes de la operación contrasta con las graves complicaciones posteriores. Una infección hospitalaria causada por la bacteria KPC se apoderó de sus pulmones y se diseminó rápidamente por su cuerpo.
Esto provocó un grave deterioro en su capacidad respiratoria, reduciéndola al 40 %. Los médicos tuvieron que intubarlo para asegurar el oxígeno. Durante este tiempo, sufrió dos paros cardíacos de siete minutos, lo que agravó aún más su condición.
Al salir del hospital, evitó pasar por un cementerio y se dirigió a un lugar lleno de recuerdos positivos de su vida como DJ. Ahora, después de superar la pesadilla, planea disfrutar de la vida, empezando con una cerveza en la fiesta organizada por sus amigos para celebrar su regreso.