El surfista brasileño Gabriel Medina enfrentó al japonés Kanoa Igarashi en una competencia en Tahití, buscando revancha tras su derrota en los Juegos Olímpicos de Tokio. Medina no solo logró vencer a Igarashi, sino que lo hizo con una ola casi perfecta de 9.90 puntos, la más alta en la historia de los Juegos Olímpicos.
La celebración de Medina se convirtió en un momento icónico.