sábado, 26 julio 2025
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Australia aprueba una ley para limitar el acceso de menores a redes sociales

Foto: BBC News

Australia se encamina a implementar la legislación de internet más rigurosa a nivel mundial, tras la aprobación de una ley que prohibirá a menores de 16 años utilizar redes sociales. La normativa, que aún tardará al menos un año en entrar en vigor, contempla multas de hasta 32,5 millones de dólares para las plataformas que no cumplan con las nuevas disposiciones.

El primer ministro, Anthony Albanese, defendió esta medida argumentando que busca proteger a los jóvenes de los efectos perjudiciales de estas plataformas, un tema que ha generado gran respaldo entre organizaciones de padres. No obstante, expertos y críticos han señalado dudas sobre cómo se implementarán estas restricciones, así como las implicaciones para la privacidad y las interacciones sociales de los menores.

La ley establece un umbral sin precedentes al fijar los 16 años como la edad mínima para el uso de redes sociales, sin excepciones para usuarios actuales o con autorización parental. Aunque no se ha especificado qué plataformas quedarán incluidas, la ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland, indicó que la prohibición abarcará a gigantes como Snapchat, TikTok, Facebook, Instagram y X, mientras que plataformas como YouTube, servicios de mensajería y juegos estarán exentos. Para garantizar el cumplimiento, el gobierno probará tecnologías de verificación de edad en los próximos meses, pero estas soluciones han sido cuestionadas por investigadores debido a posibles fallas en su precisión y riesgos para la privacidad.

Aunque el gobierno asegura que esta medida es crucial para reducir los riesgos asociados al uso de redes sociales, detractores como Google, Snap y Meta critican la falta de claridad en la normativa y dudan de su eficacia. Además, se han planteado preocupaciones sobre la facilidad con la que los menores podrían evadir las restricciones usando herramientas como VPNs. Activistas juveniles, por su parte, acusan al gobierno de excluirlos del debate y subestimar la relevancia que las redes sociales tienen en su vida diaria.