En el marco del caso Eclipse, el Tribunal Penal dictó sentencia contra Edgar J., Ángel J. y Diego J., a quienes impuso 10 años de prisión por el delito de lavado de activos, además del pago de una multa equivalente al triple del dinero lavado. El fallo también dispuso la disolución y liquidación de la empresa Megagiros, el comiso de bienes y una multa adicional.
Sin embargo, el Tribunal declaró el estado de inocencia para Roberto Z., Marcial J. y Fabiola T., quienes habían sido procesados como cómplices. Ante esta decisión, la Fiscalía General del Estado anunció que presentará el recurso de apelación correspondiente.
El origen del caso
La investigación inició en enero de 2024, luego de que la Fiscalía recibiera un Reporte de Operaciones Inusuales e Injustificadas (ROII), que advertía movimientos financieros sospechosos. El informe señalaba que un grupo de personas, entre ellos familiares de Diego Iván J. T., entonces funcionario de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE) –donde incluso llegó a ocupar cargos directivos–, registraban ingresos injustificados de dinero.
Según las investigaciones, el grupo familiar habría operado desde 2016, mediante la creación de empresas fachada, que simulaban ser compañías de envío de remesas. Los procesados figuraban como accionistas mayoritarios y miembros de los directorios, y estas empresas habrían sido utilizadas para ocultar la procedencia ilícita del dinero.
Pese a la sentencia dictada contra tres de los involucrados, la Fiscalía mantiene su postura de que todos los procesados formaron parte del esquema de lavado y apelará la declaratoria de inocencia en los demás casos.