El legado de Amy Winehouse sigue generando titulares, no solo por su música, sino también por la disputa legal en torno a sus pertenencias.
En el Tribunal Superior de Londres, su padre, Mitch Winehouse, reconoció que la venta de objetos de su hija fue “de mal gusto”. Al mismo tiempo, mantiene una demanda contra dos antiguas amigas y compañeras de piso de la artista, Naomi Parry y Catriona Gourlay.
El conflicto gira en torno a subastas realizadas en 2021 y 2023. En estas, se vendieron prendas, accesorios y otros artículos que alcanzaron valores millonarios. Estos objetos están en el centro de un debate sobre propiedad, memoria y legado.
¿Qué promete o en qué consiste este conflicto legal?
La demanda, valorada en unas 730.000 libras, fue presentada por Mitch Winehouse, quien sostiene que Parry y Gourlay vendieron artículos que no les pertenecían.
Las dos mujeres, que convivieron con Amy en distintas etapas, aseguran lo contrario. Ellas afirman que muchos de esos objetos les fueron regalados directamente por la cantante, dentro de una dinámica cotidiana de intercambio de ropa y accesorios entre amigas.
El caso se agudizó porque:
- Las subastas incluyeron cientos de prendas y objetos vinculados a momentos clave de la carrera de Amy.
- Parte de lo recaudado fue destinado a la fundación que lleva el nombre de la artista, creada tras su fallecimiento en 2011.
- Dentro de la familia Winehouse, no todos estuvieron de acuerdo con la magnitud de las ventas ni con la gestión de las pertenencias.
En el centro de la disputa está una pregunta fundamental: ¿quién es el legítimo dueño de esos recuerdos?

Lo oficial y lo que dicen las autoridades en el caso
En la audiencia ante el Tribunal Superior se conocieron más detalles sobre cómo se organizaron las subastas y quién aportó qué piezas.
La subasta de 2021 y la reacción de la familia
- La venta de 2021 reunió más de 700 artículos proporcionados por la familia, a los que se sumaron otros objetos aportados por Parry y Gourlay.
- Según la documentación expuesta, Mitch habría sabido solo después de la subasta que alrededor de 150 piezas, en su mayoría ropa, provenían de las dos amigas.
- El propio Mitch reconoció que realizar la venta de pertenencias de su hija había sido “de mal gusto”. Sin embargo, defendió su actuación como parte de la gestión del patrimonio.
El hermano de la cantante, Alex Winehouse, declaró que intentó frenar o limitar las ventas. Contó que su padre le habría quitado peso al tema, diciéndole que solo saldrían a subasta unos pocos objetos. Luego, al final, más de 650 artículos terminaron vendidos.
Testimonios enfrentados
- Preguntado sobre si consideraba que su padre había sido totalmente transparente, Alex dijo que Mitch “estaba diciendo una cosa y haciendo otra”. No obstante, admitió que, legalmente, las pertenencias estaban a nombre de sus padres.
- Por su parte, Naomi Parry declaró que sentía que la demanda buscaba “lastimarla” y describió a Amy como “una amiga que era como una hermana”.
- Parry contó que conoció a la artista en 2005 y que desde 2006 trabajó como su estilista. Subrayó que Amy era muy generosa y acostumbraba regalar parte de su ropa y accesorios.
- Catriona Gourlay respaldó esa versión, señalando que entre ellas existía un constante intercambio de prendas y objetos personales.
Los abogados de Mitch han señalado que, del catálogo de la subasta de 2021 con 834 artículos, más de 150 fueron reclamados como propios por Parry y Gourlay. Esto incluye piezas de alto valor simbólico.
El vestido de Belgrado y la segunda subasta
Uno de los artículos más comentados fue un minivestido de seda que Amy usó en su última actuación en Belgrado. Fue vendido por más de 200.000 dólares.
En 2023, ambas amigas participaron en una segunda subasta. Una vez más, ofrecieron objetos que, según su versión, habían recibido como regalo de la propia artista durante su amistad.
Precauciones, riesgos o cómo aplicar correctamente la gestión de un legado
Aunque se trata de un caso muy específico, el conflicto alrededor de las pertenencias de Amy Winehouse deja varias reflexiones sobre la gestión del legado de figuras públicas:
- Claridad en la propiedad
Cuando se trata de objetos personales con valor económico y emocional, es clave dejar por escrito quién es su dueño y qué se puede hacer con ellos. Esto es importante, sobre todo si pasan por varias manos (familiares, amigos, colaboradores). - Impacto emocional y público
La venta de pertenencias de artistas fallecidos puede generar una mezcla de sentimientos: fans interesados en conservar recuerdos, familiares que buscan preservar la memoria. Otros pueden sentir las subastas como una exposición dolorosa. - Transparencia en las subastas
Informar con precisión el origen de cada pieza y el destino de los fondos ayuda a reducir malentendidos y conflictos posteriores.
En el caso de Amy, el juicio no solo discute la propiedad material. También discute la forma en que se honra su memoria frente al público y ante quienes formaron parte de su vida.






