Diversos estudios respaldan los beneficios de las frutas cítricas para el sistema respiratorio, especialmente en la prevención y alivio de enfermedades pulmonares. Alimentos como la naranja, el limón, la toronja y la mandarina contienen nutrientes esenciales que fortalecen las defensas naturales del organismo.
Uno de sus principales componentes es la vitamina C, un antioxidante clave que protege las células del daño oxidativo y refuerza el sistema inmunológico. Esta vitamina, presente en abundancia en los cítricos, también favorece la producción de colágeno, una proteína fundamental para mantener en buen estado los tejidos pulmonares.
Poder antioxidante y efecto antiinflamatorio
Además de la vitamina C, los cítricos contienen flavonoides como la hesperidina y la naringenina. Estos compuestos poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que pueden ayudar a reducir los efectos negativos de la contaminación, el tabaquismo o enfermedades crónicas como el asma o la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).
La incorporación diaria de frutas cítricas en la dieta puede reducir la frecuencia y gravedad de infecciones respiratorias, así como mejorar la función pulmonar a largo plazo. Consumir jugos naturales, incluir rodajas de limón en infusiones o simplemente disfrutar una mandarina como snack saludable, son formas sencillas de aprovechar sus beneficios.
Recomendación nutricional respecto a las frutas cítricas
Nutricionistas recomiendan incluir al menos una porción de frutas cítricas al día para fortalecer el sistema respiratorio, especialmente en épocas de mayor exposición a virus o contaminación ambiental. Su consumo regular no solo mejora la salud pulmonar, sino que también aporta energía y mejora la digestión.
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