El alacrán con alas, o Panorpa, es un insecto que ha llamado la atención tanto por su color como por su aspecto, se ha hecho presente en algunas zonas de Centroamérica, especialmente en México.
También llamado “escorpión volador”, este curioso insecto pertenece al grupo de los mecópteros y recibe el nombre científico de Parnopa o Nuptialis de Panorma.
De acuerdo con estudios científicos, este animal habita principalmente en el hemisferio norte y se caracteriza por tener un gran aguijón en la parte posterior de su cuerpo, y es que a pesar de su impresión, no es dañino.
Su «aguijón» no es lo que parece. En realidad, se trata del aparato reproductor del macho. Esto facilita la identificación de la especie, ya que las hembras no poseen esta estructura.
Además, estos insectos cuentan con alas bien desarrolladas y pueden llegar a medir hasta 20 centímetros de longitud.
También puedes leer: Estos son los alimentos que no debes guardar en papel aluminio
¿Dónde habita el alacrán con alas?
Este animal suele encontrarse en regiones con climas templados y húmedos. En Estados Unidos, se ha registrado su presencia en estados como: Alabama, Texas, Kansas o Misuri.
Las larvas se alimentan de insectos u otro material orgánico en el suelo. Mientras que los adultos se alimentan de insectos muertos, néctar y frutas.
Sin embargo, en México, también se han reportado avistamientos de este insecto, especialmente en los estados del norte.
En 2014, se documentaron al menos seis casos de picaduras atribuidas a este insecto, ocurridas principalmente en áreas del centro del país centroamericano con abundante vegetación. Sin embargo, no representó ningún cambio preocupante en el cuerpo humano.
¿Cuánto daño causa la picadura de un alacrán volador?
Las picaduras del escorpión volador son inusuales y poco comunes. En ciertos casos de picaduras, el dolor causado es leve y su sensación es similar a tener una astilla en la piel.
Es importante recordar que su aspecto amenazante se debe al órgano reproductor del macho, que se asemeja a un aguijón, pero no tiene función defensiva ni contiene veneno. Por lo tanto, aunque pueda parecer peligroso a primera vista, no hay razón para temerle.
–