Las esponjas de cocina son herramientas indispensables para mantener la vajilla y superficies limpias. Sin embargo, son también un caldo de cultivo para bacterias y microorganismos que pueden representar un riesgo para la salud de las personas. Por ello, es crucial saber cuándo y cómo reemplazarlas y mantenerlas adecuadamente.
Se recomienda cambiar la esponja de cocina cada 15 días para evitar la acumulación de bacterias. Sin embargo, este período puede variar según el uso. Si la esponja presenta mal olor, decoloración, está deformada o tiene manchas, es momento de cambiarla.
Bacterias comunes en esponjas de cocina:
- Acinetobacter: Puede causar infecciones en heridas y neumonía en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
- Chryseobacterium: Presente en ambientes húmedos, puede ocasionar infecciones respiratorias en personas vulnerables.
- Enhydrobacter: Generalmente no es patógena, pero puede ser un indicador de contaminación bacteriana en la esponja.
- Enterobacteriaceae: Grupo de bacterias que incluye patógenos como Salmonella y E. coli, que causan infecciones gastrointestinales.
- Pseudomonas: Común en ambientes húmedos, puede causar infecciones de la piel y del tracto urinario, especialmente en personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
Cambiar la esponja con frecuencia reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con estas bacterias.