Una reciente expedición al Arco de Darwin, un islote icónico al noroeste de las Galápagos, ha arrojado resultados sorprendentes para la conservación marina.
El Proyecto Tiburón Ballena de Galápagos, un esfuerzo colaborativo entre guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) y científicos del Galápagos Science Center (GSC), identificaron 12 nuevos ejemplares de tiburones ballena en la Reserva Marina de Galápagos (RMG) tras una inmersión de 15 días.
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Revelaciones sin precedentes en Galápagos
El equipo marcó a siete de estos imponentes tiburones con dispositivos satelitales SPLASH, fijándolos cuidadosamente en sus aletas dorsales.
Esta tecnología de punta permite rastrear sus movimientos en mar abierto, ofreciendo datos cruciales para estudiar su comportamiento y sus complejas rutas migratorias.
La expedición no solo sumó nuevos individuos al registro, sino que también marcó dos hitos históricos:
- Primer marcaje de un macho adulto: Un logro de especial relevancia, dado que el 99% de los avistamientos en esta zona corresponden a hembras adultas.
- Reencuentro con una hembra emblemática: Volvieron a encontrar una hembra que registraron por primera vez hace trece años en el mismo lugar, un testimonio conmovedor de su fidelidad.
Una fuente de datos para la conservación
Con esta última expedición, el equipo del proyecto ha logrado registrar un total de 758 tiburones ballena en la RMG desde 2001.
Este valioso avance científico ha sido posible gracias a la colaboración de guías naturalistas y de buceo, pescadores artesanales de la RMG y visitantes de las islas.
Jenifer Suárez, directora de Ecosistemas del Parque Nacional Galápagos, enfatizó la importancia de estos descubrimientos: “Este conjunto de hallazgos fortalece de manera significativa nuestro conocimiento sobre la ecología del tiburón ballena en Galápagos”.
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