Nimbus, un cachorro de ocho meses, vivía atado y sin espacio para moverse ni explorar, su historia dio un giro gracias a la intervención de la Unidad de Bienestar Animal (UBA).
El 22 de enero, en el barrio Chimbacalle, al sur de Quito, inspectores de la UBA encontraron a Nimbus, un perro de raza similar a viejo pastor inglés, encadenado y aislado. Además de su corta edad, Nimbus enfrenta una discapacidad auditiva que lo hace más vulnerable. Pese a las circunstancias, este valiente cachorro mostró su gratitud abrazando a una de las funcionarias al ser rescatado, reflejando esperanza en medio de la adversidad.
Un nombre lleno de significado y una nueva oportunidad
Tras su rescate, Nimbus fue trasladado a uno de los Centros de Atención y Valoración de la Red de Apoyo Temporal (CAVRAT). Ahí recibió atención veterinaria, fue esterilizado y comenzó su camino hacia la recuperación. Su nombre, inspirado en las nubes que simbolizan paz y serenidad, refleja el deseo de brindarle un futuro lleno de amor y cuidado.
El caso de Nimbus pone en evidencia la importancia de tratar a los animales de compañía como seres sintientes. Adoptar un animal implica un compromiso de por vida para garantizar su bienestar, algo que se quebranta cuando se los maltrata o descuida. Acciones como encadenarlos afectan su salud física y emocional, privándolos de una vida digna.
Sanciones por incumplimiento de la normativa
La Ordenanza Municipal 072 establece sanciones para quienes incumplen con las obligaciones hacia sus animales de compañía:
- Artículo 3710, literal 41: No esterilizar a un animal de compañía puede conllevar una multa equivalente a un salario básico.
- Artículo 3711, literal 13: Encadenar o atar a un animal de forma habitual, limitando su movilidad, es sancionado con 10 salarios básicos.
Actualmente, Nimbus está bajo el cuidado de la UBA, que lo protegerá mientras se lleva a cabo el procedimiento sancionatorio correspondiente, liderado por la Agencia Metropolitana de Control (AMC).
Al igual que Nimbus, hay millones de mascotas que necesitan de un cuidado responsable, especialmente aquellos con necesidades especiales. Aunque ellos pueden adaptarse a sus circunstancias, dependen del compromiso de sus dueños para tener una vida segura y llena de amor.