El Banco de Germoplasma del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) resguarda actualmente 29.453 muestras de semillas, plantas in vitro y siembras permanentes de alrededor de mil especies cultivadas y sus parientes silvestres, provenientes de todas las regiones del país. Este centro es considerado uno de los cuatro bancos de agro-biodiversidad más grandes de América Latina, y su labor es clave para garantizar la seguridad alimentaria y la adaptación de cultivos al cambio climático.
Entre sus colecciones más destacadas se encuentra la del cacao ecuatoriano, con aproximadamente 3.400 muestras, la más grande de América Latina. Allí se conservan diversas variedades de cacaos finos de aroma, cultivadas en Los Ríos, Guayas y el Oriente.
El banco también alberga superalimentos como quinua, chocho, maíz, papa, yuca, camote, oca, melloco, mashua y maní, además de frutales y plantas medicinales como chirimoya, naranjilla, mortiño, tomate de árbol, maracuyá y macambo (cacao blanco). Estas especies representan un patrimonio genético invaluable para la nutrición y la agricultura sostenible.
El director ejecutivo del INIAP, Raúl Jaramillo, destacó que este banco, administrado por el Departamento Nacional de Recursos Fitogenéticos (DENAREF), constituye “la base genética que garantiza la seguridad alimentaria de los ecuatorianos y la resiliencia ante el cambio climático”.
Por su parte, César Tapia, responsable del DENAREF, subrayó que el Banco de Germoplasma no solo conserva, sino que también provee material vegetal para investigación, mejoramiento genético y apoyo a la agricultura familiar, preservando además el patrimonio agrícola y cultural del país.
Entre noviembre de 2023 y octubre de 2025, el Banco incorporó 670 nuevas accesiones de 41 especies consideradas esenciales para la alimentación y la producción agrícola nacional.
Para mantener la viabilidad de las muestras, el INIAP aplica métodos de conservación avanzados, que incluyen:
- Almacenamiento en frío de semillas ortodoxas a -15°C y -10°C.
- Preservación en campo de cultivos vegetativamente propagados.
- Conservación in vitro, mediante tejidos mantenidos en condiciones controladas.
- Crioconservación en nitrógeno líquido a -196°C, que garantiza la protección genética por tiempo indefinido.
En una acción sin precedentes, Ecuador también envió 800 muestras de semillas de chocho, maíz, quinua y amaranto a la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, conocida como la “Bóveda del fin del mundo”. Este envío, realizado bajo el sistema Black Box, refuerza la protección de los recursos genéticos nacionales ante amenazas como plagas, enfermedades o desastres climáticos.
Con este aporte, el INIAP consolida el papel de Ecuador como referente regional en conservación de agrobiodiversidad, asegurando que las futuras generaciones puedan acceder a una base genética diversa, resiliente y sostenible.






