En un hecho sin precedentes en la historia judicial de Colombia, el expresidente Álvaro Uribe Vélez fue condenado este lunes por intento de soborno y fraude procesal, al tratar de manipular el testimonio de un paramilitar que lo vinculaba con escuadrones de ultraderecha durante el conflicto armado. La jueza del caso afirmó que el soborno “ha quedado acreditado”, en una audiencia que se extendió por más de once horas y que tuvo en tensión a todo el país.
Uribe, de 73 años, escuchó el fallo de manera virtual mientras negaba con la cabeza. Es la primera vez que un expresidente colombiano recibe una condena penal formal, en un caso que ha sacudido el panorama político nacional y ha encendido una fuerte disputa entre poderes. La sentencia definitiva, de hasta 12 años de prisión, se anunciará este viernes. La defensa ya anticipó que apelará la decisión.
Reacción internacional por condena de Uribe
La reacción internacional no se hizo esperar. El senador estadounidense Marco Rubio —aliado cercano de Uribe— calificó el fallo como producto de “jueces radicales”, y afirmó en X que “el único delito del expresidente ha sido defender a su patria”. El presidente Gustavo Petro respondió de inmediato y rechazó la declaración como una “intromisión en asuntos judiciales de otro país”, exigiendo respeto a la soberanía de Colombia.
El proceso judicial se remonta a 2012, cuando Uribe denunció al congresista Iván Cepeda por supuestamente manipular testigos en su contra. Pero en 2018, la Corte Suprema cambió el rumbo del caso al descubrir que era Uribe quien habría intentado sobornar a reclusos para cambiar sus testimonios. En 2020, Uribe renunció al Senado, perdió sus fueros y el expediente pasó a la justicia ordinaria. Pese a los intentos de la Fiscalía —entonces controlada por aliados de la derecha— por archivar el caso, la llegada de una nueva fiscal general en 2024 permitió reactivar el juicio.
Proceso judicial de Uribe
Durante el proceso, más de 90 testigos declararon, entre ellos paramilitares que acusaron a Uribe y a su hermano Santiago de participar en la creación del Bloque Metro en Antioquia. Una de las pruebas clave fue un video de un “reloj espía” por un recluso al que un abogado de Uribe —también enjuiciado— habría intentado sobornar.
“La justicia había dejado de tener en su esfera a personajes que se consideraban intocables. Hoy ya no lo son”, declaró Iván Cepeda tras el fallo, pidiendo al exmandatario “contarle la verdad al país”. En contraste, Juan Felipe Amaya, parte del equipo legal de Uribe, afirmó: “Recibimos esta condena con dolor, pero esto no es el final”.
La condena a Uribe, figura central del uribismo y de la derecha conservadora colombiana, golpea duramente al Centro Democrático, su partido, en vísperas de las elecciones presidenciales de 2026. Considerado durante años intocable por su popularidad y su política de mano dura contra las FARC, el expresidente ahora enfrenta la posibilidad de cumplir condena bajo arresto domiciliario.