Un niño de 12 años, Dwight Winbush, se convirtió en héroe al salvar a su madre, Jonquetta Winbush, durante un accidente en West Orange, Texas. Jonquetta sufrió una convulsión mientras conducía, lo que provocó que su vehículo se saliera de control y terminara sumergido en un estanque.
A bordo del coche también estaban Dwight y su hermana de 16 años, quienes lograron escapar del vehículo que se hundía, pero su madre quedó atrapada.
“¡Está teniendo una convulsión! ¡Está atrapada! ¡Está en el agua, ayúdenla!”, dijo Dwight, según informó el New York Post.
Desesperado, Dwight corrió hacia el oficial de policía Charles Cobb, quien estaba cerca del lugar, y le pidió ayuda. Cobb respondió rápidamente, llevándolo al sitio del accidente. Al llegar, Cobb encontró a dos buenos samaritanos, Corey Bull y Epifiano Munguia, intentando rescatar a Jonquetta. Juntos, lograron sacarla del agua y Cobb procedió a realizar compresiones torácicas hasta que recuperó el pulso.
Jonquetta fue trasladada al hospital, donde permaneció en cuidados intensivos por tres semanas, conectada a un ventilador. Aunque la situación fue crítica, su recuperación avanza favorablemente y se espera que se recupere por completo.
El oficial Cobb y los samaritanos fueron homenajeados por su valentía con un premio por salvar vidas. Este evento destacó la valentía de Dwight y la rápida respuesta de los rescatadores, demostrando que la acción inmediata puede ser crucial en situaciones de vida o muerte.