La trágica muerte de Ismael Domínguez, un joven futbolista de 15 años del Club Nacional de San Bernardino, ha causado conmoción en Paraguay. El incidente ocurrió durante un partido del Campeonato Sub-15, cuando Ismael fue atacado por miembros del equipo rival, Boquerón FBC, en los minutos finales del encuentro.
Según testigos y el entrenador Leonardo Vit, el joven fue golpeado en la espalda y cayó inconsciente. A pesar de los esfuerzos de los paramédicos, fue trasladado al hospital, donde falleció horas después. La autopsia reveló que murió por un golpe en la base del cráneo que provocó una hemorragia masiva.
El Ministerio Público ha iniciado una investigación por homicidio, citando a varios testigos y a un adolescente de 14 años como sospechoso. Las autoridades buscan esclarecer las circunstancias que llevaron al fatal desenlace.
En diálogo con la prensa, el técnico del joven fallecido explicó cómo se originó la pelea: “Era demasiado tranquilo el trámite del juego. Iban 25 minutos del segundo tiempo, a cinco del final (se juegan dos de 30) y en una jugada larga, mi jugador apretó para intentar robar el balón. El defensor cubrió la pelota; mi jugador le hizo una falta normal, a la que el jugador de Boquerón reaccionó con un golpe por debajo del estómago; mi jugador reaccionó nuevamente y ahí entraron todos los jugadores y empezó la lamentable gresca que terminó en el episodio que ya sabemos”.
El fallecimiento de Ismael ha generado una ola de conmoción y tristeza tanto en la comunidad de San Bernardino como en el ámbito del fútbol juvenil en Paraguay. Era el primer partido del joven con el equipo de San Bernardino y había empezado a entrenarse apenas una semana antes.
Las autoridades deportivas y educativas han expresado su consternación y han reiterado su compromiso con la promoción de valores como el respeto y el juego limpio, esenciales para el desarrollo integral de los jóvenes atletas. A modo de homenaje, trascendió un video en las redes sociales en el que los compañeros del colegio de Ismael colocaron una remera escolar en lo que sería su pupitre junto a una vela que la acompañó toda la jornada.