Investigadores de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, han descubierto que las predisposiciones genéticas de los amigos de la preparatoria pueden influir en la salud mental de una persona.
El estudio analizó datos de más de 1.5 millones de personas nacidas en Suecia entre 1980 y 1998, evaluando cómo las predisposiciones genéticas de sus compañeros de escuela se relacionaban con el desarrollo de trastornos psiquiátricos y de uso de sustancias en la adultez.
Los resultados mostraron un vínculo claro entre la genética de los amigos cercanos y la probabilidad de que una persona desarrolle problemas como la adicción o la depresión.
Este efecto fue más fuerte entre quienes compartieron escuela durante los años cruciales de la adolescencia, especialmente entre los 16 y 19 años.
Según la autora principal, Jessica Salvatore, estos hallazgos resaltan la importancia de considerar intervenciones sociales y basadas en redes para abordar trastornos como el abuso de drogas, la ansiedad y la depresión en los jóvenes.