El fallecimiento del papa Francisco este 21 de abril de 2025 en el Vaticano ha conmocionado al mundo, y en su país natal, Argentina, cientos de fieles acudieron a la catedral metropolitana de Buenos Aires para rendirle homenaje. Flores, oraciones, velas y lágrimas fueron parte del tributo popular al primer pontífice latinoamericano.
“Nos dejó solos”, expresó conmovido Juan José Roy, un jubilado de 66 años, mientras lloraba frente al altar donde Jorge Mario Bergoglio, antes de ser papa, ofició innumerables misas como arzobispo.
La iglesia se llenó desde temprano. Muchos fieles se arrodillaron en el suelo durante la primera misa ofrecida en su honor tras conocerse la noticia de su muerte. A las afueras, una imagen de Francisco, rodeada de flores, recibía a quienes deseaban despedirse de su guía espiritual.
“Es muy fuerte porque se fue una persona que se ocupaba de los pobres. Va a estar siempre con nosotros”, agregó Roy en declaraciones a la AFP.
“Lo único que me deja tranquilo es que pudo despedirse del mundo ayer en la Pascua”, dijo antes de romper en llanto.
El último adiós de los argentinos
Aunque Francisco nunca regresó a su país durante su pontificado iniciado en 2013, su huella como líder espiritual fue profunda. “Se nos murió el padre de todos. El papa de los pobres, de los marginados, de los excluidos”, afirmó en la homilía el arzobispo Jorge García Cuerva.
La catedral permanecerá abierta hasta el sepelio, cuyos detalles aún no han sido anunciados por el Vaticano. Desde la madrugada, fieles como Agustín Hartridge, abogado de 41 años, se acercaron a prender velas:
“El mensaje de Francisco fue claro: unidad y ayuda a los más necesitados. Esa vela es un homenaje a todo eso que nos enseñó”.
Duelo nacional en Argentina
El gobierno argentino, liderado por Javier Milei, decretó siete días de duelo nacional por la muerte del papa Francisco. Aunque el mandatario mantuvo diferencias con el pontífice en el pasado, le rindió tributo en redes sociales:
“A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haberlo conocido en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor”.
En las calles también se expresaba el dolor. Javier Languenari, un barrendero de 53 años, barría hojas frente a la catedral al amanecer:
“Se veía venir, estaba muy mal de salud. Es una tristeza enorme. Como argentinos estamos más huérfanos, pero como católicos sabemos que Jesucristo siempre va a estar”.
El papa Francisco había sido dado de alta el 23 de marzo tras pasar 38 días hospitalizado por una grave neumonía. Aunque lucía debilitado, logró participar en la misa de Pascua del domingo. Su fallecimiento fue confirmado por el Vaticano a las 07:35 hora de Italia (05:35 GMT).
Testimonios de fe y admiración
Durante la jornada, los testimonios no dejaron de llegar. Graciela Vilamia, de 78 años, recordó entre lágrimas:
“Hace 30 años que lo conozco. Lo vi sacrificarse en las villas, recibir a las madres de desaparecidos. Siempre estuvo con los que más sufrían”.
Por su parte, Guillermo Sánchez, peruano de 47 años radicado en Buenos Aires, compartió su sentir:
“Nunca me pasó nada con los otros papas, pero con este sí sentí el dolor. Argentina tuvo la suerte de tener al primer papa de Latinoamérica. No creo que se repita”.