La ciudad de Lopburi vivió un episodio peculiar cuando unos 200 monos escaparon y tomaron las calles, invadiendo incluso la comisaría local. El incidente generó asombro y preocupación entre los habitantes, quienes se vieron sorprendidos por la audaz incursión de los primates en busca de comida.
Los agentes de policía tuvieron que refugiarse en sus oficinas, asegurando puertas y ventanas para evitar el ingreso de los monos. A pesar de las medidas, varios de ellos permanecieron en el tejado del edificio hasta el lunes, mientras las autoridades desplegaban operativos para alejarlos de las zonas residenciales más concurridas.
Este inusual incidente llevó al Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente a reforzar estrategias para mitigar conflictos con los monos. Entre las medidas se incluye el uso de tranquilizantes y programas de control poblacional, debido al impacto creciente de estos animales en la vida diaria de los ciudadanos y el turismo.
Lopburi, conocida por su gran población de monos protegidos por ley, enfrenta desafíos constantes para equilibrar la convivencia con estos animales. Eventos como enfrentamientos masivos entre primates o incursiones en áreas urbanas destacan la necesidad de soluciones a largo plazo.
La relación cultural de Tailandia con los monos, asociados al dios Hanuman, agrega complejidad al problema. Aunque son venerados y celebrados en festividades como la «fiesta de las frutas», su aumento poblacional ha generado tensiones, llevando a las autoridades a buscar medidas que respeten la tradición sin comprometer la seguridad.