Hacer ejercicio, asistir a chequeos médicos y cuidar la alimentación son claves para quienes padecen hígado graso, una enfermedad que puede avanzar silenciosamente si no se controla a tiempo.
Esta condición, también conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), ocurre cuando se acumula grasa en las células hepáticas, lo que puede provocar inflamación y, si no se trata, derivar en fibrosis, cirrosis o daño hepático crónico.
¿Qué no comer si tienes hígado graso?
Especialistas de la UNAM y organismos internacionales como la OMS y el NIH han identificado ciertos alimentos que deben evitarse completamente para no agravar la enfermedad. Estos son:
Grasas saturadas
Presentes en carnes rojas, embutidos, leche entera, crema, mantequilla, helados, frituras y alimentos empacados. Estas grasas afectan la función del hígado y elevan el colesterol malo.
Grasas trans
Obstruyen arterias y aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Se encuentran en:
- Manteca vegetal
- Panadería industrial
- Alimentos congelados
- Margarinas
- Snacks envasados
Bebidas azucaradas
Refrescos, jugos procesados, tés industrializados y cócteles deben evitarse, ya que su alto contenido de azúcar puede elevar la glucosa en sangre, generar resistencia a la insulina y dañar el hígado.
Bebidas alcohólicas
El alcohol es uno de los peores enemigos del hígado, ya que potencia la acumulación de grasa hepática y puede causar insuficiencia hepática o incluso cáncer.
¿Qué sí puedes comer con hígado graso?
Adoptar una dieta balanceada es clave para mejorar la salud del hígado. Aquí los aliados recomendados por el NIH:
Grasas buenas o insaturadas
Aguacate, nueces, almendras, semillas de girasol, piñones, ajonjolí, cacahuates, salmón y atún blanco. Estos alimentos contienen Omega-3 y ayudan a reducir la inflamación.
Alimentos con índice glucémico bajo
Ideales para mantener la glucosa estable y no sobrecargar al hígado. Incluyen:
- Yogur natural sin azúcar
- Queso fresco
- Chocolate negro
- Pepino, espárragos, lechuga, zanahoria cruda
- Frutas como manzana, pera, fresa, kiwi y naranja
Alimentos ricos en vitamina C
Gracias a su efecto antioxidante, protegen el hígado y fortalecen el sistema inmune. Algunos de ellos son:
- Limón, mandarina, toronja
- Pimientos verdes, perejil
- Tomates, frambuesas, moras, arándanos
Se estima que 1 de cada 5 personas en el mundo padece hígado graso, según datos de la Secretaría de Salud. Por eso, adoptar una alimentación adecuada y evitar los factores de riesgo como la vida sedentaria, el sobrepeso y el consumo excesivo de alcohol es fundamental para mantener el bienestar hepático.