Ante el problema de las distracciones digitales en escuelas, una solución simple ha ganado popularidad en Los Ángeles: una funda magnética que mantiene los teléfonos celulares sellados hasta el final de la jornada escolar.
Según un reportaje del Los Ángeles Times, unas 250 escuelas de la ciudad han adoptado la funda de neopreno gris de la empresa local Yondr.
Este método ha sido calificado por algunos educadores como «lo mejor que le ha pasado a la educación», ya que permite a los estudiantes concentrarse.
La iniciativa forma parte de un movimiento más amplio en Estados Unidos para prohibir los celulares en los colegios. De hecho, un informe del Pew Research Center encontró que la mayoría de los docentes estadounidenses considera que los teléfonos móviles son un problema importante en el aula.

También puedes leer: EE.UU. refuerza presencia militar en el Caribe y Maduro responde con despliegue de milicianos
¿Adiós a los problemas escolares con las fundas magnéticas?
Nick Melvoin, miembro de la junta escolar de Los Ángeles y promotor de la prohibición, asegura que esta medida ha tenido efectos positivos. Psicólogos escolares han reportado menos peleas y problemas con las drogas desde que se implementó la política.
Asimismo, Angie Mendoza, una estudiante de la University High School Charter, confesó al diario que la prohibición le ha ayudado a concentrarse. «He estado sacando mejores notas porque he estado prestando más atención», afirmó.
La tendencia se está extendiendo a otras ciudades. En Nueva York una política similar entrará en vigor en el año académico 2025-2026. En ella, los estudiantes podrán llevar sus teléfonos a la escuela, pero deberán guardarlos en un lugar seguro.
A nivel global, la Unesco indica que menos de una cuarta parte de los países cuenta con leyes que prohíben el uso de celulares en los colegios. Sin embargo, las experiencias positivas en lugares donde se ha aplicado la medida sugieren que su adopción podría acelerarse.
Investigadores como Ana María Saavedra de la Universidad de Stanford señalan que, en los colegios que han implementado la prohibición, los rectores reportan que los estudiantes están realizando más actividad física y se observa una mayor interacción entre ellos durante el recreo.
–