Un reciente estudio clínico realizado por la Universidad de Huelva en colaboración con la Asociación Freshuelva, en España, reveló que el consumo diario de fresas frescas puede disminuir de forma significativa los cólicos menstruales en mujeres jóvenes que padecen dismenorrea primaria.
Durante el estudio, mujeres entre 18 y 35 años consumieron 250 gramos de fresas frescas al día durante un mes, sin realizar cambios adicionales en su estilo de vida. Los resultados fueron medidos a través de la escala EVA (de 0 a 10), y mostraron una reducción promedio del dolor de 7,59 a 5,68 puntos.
La investigación fue liderada por Elia Fernández Martínez, del Departamento de Enfermería de la Universidad de Huelva, quien destacó que este es uno de los primeros estudios enfocados exclusivamente en el efecto de las fresas frescas y no en sus derivados o suplementos.
Aunque aún se investiga el mecanismo exacto, se cree que los compuestos bioactivos presentes en esta fruta, como los polifenoles, antocianinas y vitamina C, podrían ser responsables de sus efectos antiinflamatorios y analgésicos.

Beneficios comprobados de la fresa
Además de su delicioso sabor y su versatilidad, la fresa tiene múltiples propiedades que aportan a la salud:
- Antioxidante potente: rica en antocianinas y vitamina C, que combaten el envejecimiento celular.
- Salud cardiovascular: contribuye a reducir la presión arterial y el colesterol.
- Regulación del azúcar: su bajo índice glucémico la hace ideal para personas con diabetes.
Contraindicaciones a tener en cuenta
Aunque es segura para la mayoría, algunas personas podrían presentar:
- Alergia a los salicilatos naturales
- Reacciones por ácido oxálico, que en personas sensibles podría favorecer la formación de cálculos renales.
Ideas fáciles para incluir fresas en tu dieta
- Fresas con crema: mezcla fresas frescas con crema batida y un toque de miel.
- Batido de fresa y plátano: ideal para desayunos o meriendas.
- Mermelada casera: una opción natural para conservarlas y disfrutarlas todo el año.