Un estudio resalta el impacto positivo que genera viajar, por lo general esto proporciona un efecto de felicidad y descanso en las personas, estimulando a nuevos procesos. Es por eso que el aprendizaje de conocer nuevas culturas, aportan un efecto positivo al desarrollo cognitivo de los viajeros, según el informe del Instituto Europeo para la Administración de Asuntos Culturales.
Un estudio hecho por Transamerica Center for Retirement Studies y Global Coalition of Aging, halló que las personas jubiladas que viajan tienen tasas 75 % más altas de estimulación mental, y el 82 % tiene una mayor capacidad para hacer las cosas, en comparación con el 57 % de las que no viajan. Además, William W. Maddux, profesor universitario del Instituto Europeo para la Administración de Asuntos Culturales dijo que: “Cuando los individuos están siempre inmersos en el mismo entorno cultural y social, sus cerebros se acomodan al no contar, en ese sentido con los desafíos intelectuales y conductuales que se derivan de las realidades ajenas”.
El conocer nuevos lugares, idiomas y etnias, hace que las personas se desarrollen de mejor manera, adentrándose en un mundo para ser explorado. Cuando una persona sale de su zona de confort, esta obligada a aprender nuevas cosas y a conocer nuevos entornos socioculturales, le permite visualizar otro punto de vista que no conocía y ampliar sus conocimientos.
Además, el estudio indicó que, “si el cerebro fuera un músculo, viajar sería como ir al gimnasio”. Las personas que poseen un alto coeficiente intelectual y viven en medio de viajes, encuentren una conexión con ellos mismo, impulsando sus vidas hacia un siguiente nivel.