Soñar con personas que ya murieron y verlas como si siguieran vivas es una experiencia más común de lo que parece. Muchas personas lo viven con sorpresa, nostalgia o incluso angustia. Sin embargo, desde el punto de vista de la ciencia y psicología, este tipo de sueños tiene explicaciones naturales y nada sobrenaturales.
¿Qué dice la ciencia?
La neurociencia indica que este tipo de sueños están ligados al procesamiento emocional y la memoria. Durante el sueño, especialmente en la fase REM, el cerebro organiza recuerdos y emociones. Si una persona fallecida fue significativa en tu vida, su imagen puede reaparecer en sueños con fuerza y realismo.
El cerebro no distingue del todo entre realidad y recuerdo cuando dormimos. Por eso, ver a alguien que ya no está puede sentirse tan vívido. Las regiones cerebrales involucradas en la memoria emocional, como el hipocampo y la amígdala, se activan para traer de vuelta escenas relacionadas con esa persona.
Además, estos sueños también aparecen en momentos de estrés, tristeza o decisiones importantes, cuando el cerebro busca figuras de apoyo emocional.
¿Y desde la psicología?
Desde el enfoque psicológico, ver en sueños a un ser querido fallecido puede ser parte del proceso de duelo, especialmente si la pérdida es reciente o aún no ha sido completamente asimilada. El subconsciente mantiene el vínculo emocional y lo expresa a través del sueño.
También puede ser una forma de resolver asuntos pendientes. Si quedaron cosas por decir o emociones por procesar, el sueño puede convertirse en un “espacio seguro” donde la mente recrea el encuentro para cerrar ciclos emocionales.
Por otro lado, la teoría del apego explica que, aunque alguien ya no esté físicamente, el lazo emocional permanece. El cerebro puede activar esa conexión afectiva en sueños como una forma de buscar consuelo o reafirmar su presencia simbólica.
No es algo paranormal, sino emocional
Soñar con personas fallecidas no es una señal sobrenatural ni premonitoria. Es una manifestación del mundo interior, del impacto emocional que esa persona dejó y de cómo el cerebro trabaja para procesar recuerdos, emociones y vínculos.
Estos sueños, aunque puedan causar sorpresa, suelen ser una señal de que estamos procesando sentimientos profundos o buscando equilibrio emocional.