En los últimos meses, una nueva y polémica tendencia ha ganado fuerza en TikTok e Instagram: comer carne cruda. Varios influencers fitness afirman que esta práctica ayuda a tener más energía, mejora la digestión y representa un «retorno a lo natural». Sin embargo, especialistas en salud y seguridad alimentaria alertan sobre los peligros reales de esta moda viral.
¿Por qué se ha vuelto viral comer carne cruda?
Algunos creadores de contenido presentan esta práctica como un estilo de vida «ancestral» o más saludable. Otros aseguran que consumir carne sin cocinar facilita mantener el físico, mejora el metabolismo e incrementa los niveles de energía. La tendencia se ha extendido más allá de TikTok y ya circula en Instagram y X (antes Twitter), generando debate y preocupación.
¿Qué riesgos tiene consumir carne cruda?
Expertos en salud han dejado claro que esta práctica no es segura. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., más de 48 millones de personas se enferman cada año por consumir alimentos contaminados, muchos de ellos crudos o mal cocidos.
La carne cruda puede contener:
- Salmonella
- Escherichia coli (E. coli)
- Listeria monocytogenes
- Parásitos como la tenia y la triquina (trichinella)
Estas bacterias y parásitos pueden causar desde vómitos y diarrea hasta intoxicaciones graves e incluso la muerte, según la Clínica Mayo.
¿Qué opinan los expertos?
Felicia Wu, profesora de seguridad alimentaria y toxicología en la Universidad Estatal de Michigan, señaló que esta tendencia representa un retroceso:
“Cocinar la carne fue clave en el desarrollo del cerebro humano. Masticar y digerir carne cruda requiere más esfuerzo, lo que en la prehistoria era una desventaja”.
Además, destacó que no se puede comparar el estilo de vida actual con el de los humanos prehistóricos, donde las condiciones eran totalmente diferentes.
¿Qué recomiendan los especialistas?
Los expertos insisten en cocinar bien la carne a altas temperaturas, ya que esto elimina bacterias y parásitos peligrosos. También recomiendan mantenerse informados y no seguir tendencias sin base científica que pongan en riesgo la salud.